domingo, 14 de septiembre de 2014

Documento propuesta caminata Un paso por mi Familia

Noviembre, declarado Mes de la Familia desde el año 1971, es una ocasión propicia para resaltar y valorar la familia en la República Dominicana que, como dice nuestra Constitución Nacional, es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla” (Art. 55).

Al finalizar esta Caminata, “Un Paso Por Mi Familia, emitimos esta Declaración sobre la Familia en la que reafirmamos los grandes valores familiares, hacemos unas propuestas concretas a favor de nuestras familias y nos comprometemos a vivir como verdaderas familias cristianas.

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REAFIRMAMOS que la familia debe ser la gran protagonista de las políticas públicas del Estado.

Al mismo tiempo, como Iglesia, PROCLAMAMOS los grandes e insustituibles valores propios de la familia cristiana como son:

La unidad y la indisolubilidad del matrimonio contraído por un hombre y una mujer
El amor conyugal, el amor paternal y maternal, el amor filial, y el amor fraterno como fundamento del hogar.
La paternidad y maternidad responsable
La fe y el amor a Dios con sus expresiones y vivencias familiares
El respeto mutuo en todo momento y en toda circunstancia
El valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural.
La comunicación, el diálogo, la reconciliación y el perdón.
El sentido de pertenencia
La comunidad de bienes en colaboración mutua
La disciplina familiar
La presencia del padre y de la madre en la casa.

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Ante la realidad actual de las familias en la República Dominicana PROPONEMOS:

1.
La creación del Ministerio de la Familia que coordine, articule e integre todas las políticas públicas relativas a todos los miembros de la familia como son: Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), el Ministerio de la Juventud, el Departamento de Protección de la Vejez del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de la Mujer, el Consejo Nacional de los Discapacitados (CONADIS) y otras iniciativas del sector público.

2.
Establecer como requisito para contraer matrimonio civil o religioso que las parejas realicen un curso preparatorio al mismo.

3.
Implementación de la educación sexual integral basada en valores éticos y morales tanto en las familias como en las escuelas que conduzca a una sana afectividad.

4.
Revisar y limitar el porte y tenencia de armas de fuego mediante una seria y real evaluación sicológica, médica y técnica para la aprobación de los permisos.

5.
Crear una red de Centros de Asistencia Familiar a las familias con dificultades de convivencia, que contribuyan a proteger a las víctimas de la violencia, especialmente, a las mujeres, niños y niñas.

6.
Involucrar a los Medios de Comunicación Social en la formación de familias sanas evitando divulgar todo lo que provoque desintegración familiar, violencia y antivalores.

7.
Crear centros especializados para terapias de niños y niñas huérfanos traumatizados, sobre todo, aquellos que han perdido a sus padres o madres como efecto de la violencia intrafamiliar.

8.
Garantizar las fuentes de trabajo a las familias de parte del Estado y del Sector Privado para asegurar conseguir el sustento diario, la educación, la vivienda y un ambiente sano que permita la convivencia armónica en equidad y solidaridad.

9.
Integrar más a los padres, madres y tutores en la educación de sus hijos tanto en el hogar como en los centros educativos.

10.
Fortalecer la fe, el amor y la esperanza en la vida familiar traducida en una conducta digna de los hijos de Dios, en el cultivo de la oración y la vivencia sacramental, iluminada por la Palabra de Dios.

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Como familias cristianas NOS COMPROMETEMOS:

1.
A reunirnos en familia al memos una vez a la semana para dialogar, orar juntos, comer juntos y divertirnos juntos.

2.
A establecer unas normas de convivencia familiar claras y consensuadas en nuestro hogar.

3.
Como padres y madres de familias asumimos nuestra responsabilidad respecto a nuestros hijos en cuanto a sus amistades, sus horarios, sus salidas, sus actividades y su uso de los Medios y Redes Sociales.

4.
Como hijos e hijas estamos dispuestos a obedecer y honrar a nuestros padres y madres, a crear unas relaciones fraternas y a cooperar en el desarrollo de nuestra familia.

5.
A formarnos más y más a través de cursos, retiros, reuniones y talleres de formación humana y cristiana que nos ayude a crecer en la vivencia de nuestra misión familiar.

6.
A participar en familia en la Eucaristía dominical y en otras experiencias que nos ofrece la Iglesia, convencidos de que “Familia que reza unida permanece unida”.

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