Es
búnker de protección y esperanza de aquellos ciudadanos valientes y
disciplinados, dispuestos a resistir con el arrojo de la humildad y la fe, el
ataque despiadado de un adversario microscópico que busca aniquilar a toda una humanidad.
Quédate en casa
Es el sentir impotente de héroes
anónimos que, con las armas del amor y la vocación, lo están dando todo, pero
no dan abastos, ante la imponente cadena de contagiados que les llega en
avalancha, procurando estos, alcanzar un soplo de oxígeno que le vuelva a la vida.
Quédate en casa
Es un aplauso colectivo con las
manos agradecidas del corazón para ese personal de salud que no se rinde ni por
un segundo ante esta pandemia, poniendo en riesgos sus propias vidas por salvar
otras.
Quédate en casa
Es un llamado a la conciencia
para aquellos en cuyo diccionario la expresión ¨toque de queda¨ significa por
su modo de asumirlo como el ¨ carnaval de los inmortales´, ya que para ellos, salir a las
calles a pesar de todas las advertencias y restricciones de las autoridades es
un puro invento que persigue molestar, dañar y tratar de impedir toda
posibilidad de diversión y francachela. Además, por que no salir si son protagonistas
en la película de ficción que se está proyectando en el cine de su irracionalidad rebelde, y
por ello entienden que son inmunes y nada le puede pasar.
Quédate en casa
Es pensar en el bien común a
pesar de los sacrificios personales que conlleva. Por lo que esta actitud representa no
tan solo situarse en lo cómodo en que estoy, o sencillamente en la expresión, no me hace falta nada;
si no mas bien, es despertar en tu ser, todo lo bueno que habita en ti para ofrecerlo
por aquellos que les falta todo y luchan por sobrevivir día a día.
Quédate en casa
Es una aptitud altruista y
responsable de cuidarse a sí mismo y sobre todo a los demás, que da sentido a
la vida, regocija y trae beneficios para un alma cuya meta es alcanzar el
bienestar eterno.
Quédate en casa
Es darse un abrazo de luz y
unidad que disipe todas las tinieblas del miedo que envuelve el mundo en este
periodo de prueba y frustración.
Quédate en casa
Es sentarnos en familia alrededor
de la mesa como brotes de olivo, como hacía tiempo que no lo hacíamos. Y así con nuestra presencia primaveral, reverdecer aquellas llanuras en el hogar, las cuales se
encontraban marchitas por tus ausencias desequilibradas.
Quédate en casa
Es darnos cuenta como padres, que
los centros educativos no sustituyen nuestros roles o responsabilidades que
tenemos con nuestros hijos; por lo que debemos decirnos: basta ya de renunciar al gran compromiso
divino de fomentar en ellos los valores, principios y civismo que se requiere
para un mundo mejor. Esta suspensión de clases debe ser una sacudida a las
familias, para que despertemos y veamos la necesidad de prodigarles el tiempo
que necesitan estos. Hagamos de este ejercicio una rutina agradable que crea
una atmósfera de confianza, compenetración y de sentido de familia.
Quédate en casa
Es ofrendar un homenaje de
silencio y solidaridad por todos los seres humanos caídos ante la embestida de
los síntomas y estragos del coronavirus. Pero también es un gesto de acompañar en el dolor
a sus familiares, por tales pérdidas irreparables.
Quédate en casa
Es un suspiro que al llegar al aire
se convierte en oración, por esos hermanos y hermanas que están padeciendo el
sufrimiento de esta pandemia; que esta plegaria de compasión surta el efecto de darles fortaleza,
coraje, paciencia y esperanza.
Quédate en casa
Es sentarse en el balcón o la galería
de la casa, y meditar acerca de lo esencial de un buen vivir con los vecinos. Este aislamiento constituye un espacio de tiempo de armonía y conversión para
luego salir con firmeza a derrumbar esos muros que obstaculicen el forjar buenas relaciones y ser entes constructores de paz.
Quédate en casa
Es una lección que nos debe
motivar al cambio de esa vida sin contenido y superficial que llevábamos, por
una vida mas profunda y sustancial, que describa el significado de la felicidad
verdadera que permanece para siempre.
Quédate en casa
Es prepararnos a vencer los desafíos que nos trajo esta pandemia con nuevas decisiones y formas diferentes de pensar a las de antes. Ya que seria pura utopía hablar de volver a la normalidad, aquí urge entender que nada será igual; más, sí
podemos examinar la posibilidad de ser mejores seres humanos en los diferentes
roles o ambientes en que no desenvolvemos. Superarnos es el reto. Construir nuevas visiones
más justas y humanas es el renacer que espera de cada uno la humanidad.
Quédate en casa
Es dejar atrás la tendencia relativista
de abandonar o desechar a los adultos mayores o ancianos, porque creerlos débiles
o cargas; y retomar desde ya, el valor que representan para nuestras familias,
construyendo con ellos alianzas de amor, que posibilite el aprovechar sus
experiencias y que dimensione el gran valor humano que encarnan para el mundo. Demostrar
el amor significa que cada Estado le garantice el acceso en cuanto a los servicios
básicos. Demostrar nuestro amor es no ser indiferentes, y reconocer que lo que
siembres como joven hoy, lo cosecharas mañana como anciano.
Quédate en casa
Es reconocer que priorizar el acceso
al sistema de salud no es un lujo, es un soberano derecho humano; es una apremiante
necesidad humana sin posibilidad de escarceo ni coyunturas. Un país enfermo no
se desarrolla ni progresa; un país que garantiza la salud avanza.
Quédate en casa
Es una oportunidad de aprender de
los errores que hemos cometidos; tratando de no repetirlos, haciendo uso del bálsamo
del perdón que cura cualquier herida, que saca piedras de la mochila que se encuentra
en tu espalda, aligerando tu caminar y así empezar de nuevo.
Quédate en casa
Es ser ejemplo en el gran océano de
la vida, sin recurrir a lo escandaloso, ni mucho menos dañar para crecer o alcanzar
ese éxito que no resulta como tal; ya que el éxito no justifica el naufragio o
fracaso de los que están a tu lado.
Quédate en casa
Es dialogar en tu matrimonio resistiéndote
a los pleitos ruidosos que entretienen a los vecinos. Es mirarse a los ojos y
redescubrir el color intenso del amor que profesan esas pupilas. Es bailar un
bolero romántico bajo la expectación jubilosa de tus hijos. Es llevar una
cucharadita de comida a la boca de tu amado o amada, alimentando un amor que permanecerá
más allá de las vicisitudes. Es un espacio para recuperar aquellos detalles que
se han perdido en la relación, los cuales producen la magia de un enamorarnos
sin cansancio. Es encauzarnos en que amar es una decisión, y que para
demostrarlo no se necesita de maltratos físicos ni psicológicos, ni tampoco palabras
groseras; mas bien espera de ti, un beso dulce que sane lo amargo, un abrazo que
cubra de cualquier frío, una palabra romántica que se acomode en el oído y
refresque el corazón, un te amo que fortalezca un amor para toda la vida.
Quédate en casa
Es dejar respirar el planeta
tierra para que no sucumba ante una ambición vil y sin corazón que lo asfixia con
un calentamiento global sin límites. Es sanar el medio ambiente para que la vida
no se vuelva a detener. Es reconocer que
lo humano, la ciencia, la naturaleza esta por encima de los intereses económicos. Es saber que obtener más conocimiento es tener más humildad y debe estar al servicio de la humanidad.
Quédate en casa
Es hacernos el firme propósito cada
uno de trabajar en los temas pendientes; y marcado por el optimismo, nos levantemos
como nación mucho más fuerte, unida, con una mirada de fe que traspase el
horizonte, con el blindaje del amor para que ninguna incertidumbre y miedo
detenga nuestras vidas, con el aprendizaje pleno de que la esperanza nunca
muere y con una reverencia eterna hacia el Altísimo.
Quédate en casa no como señal de
derrota, ni de ser un fracasado; sino más bien, como el espacio de preparación donde un guerrero como tú, se despoja del lastre que le estorba, para triunfar en la
carrera de la vida.
¡Convéncete! tú eres ese guerrero que necesita el mundo para
vencer, por favor ¡Quédate en casa!
Ángel Gomera