martes, 29 de diciembre de 2020

Anhelos para el Nuevo Año

 Anhelos para el Nuevo Año

Con la conclusión de un año, emergen deseos o anhelos que pueden impregnarles nuevos bríos a un vivir con propósito. Para que lo dicho anteriormente tenga sentido, debemos disponernos a vivir no desde las gradas de las lamentaciones, ni tampoco sentados en el banco de los derrotados, ni mucho menos desde la ventana de la desilusión.

Es vivir, cultivando la ilusión en cada instante; que esta sea la compañera fiel de viaje en el tren de la vida; que motive nuestro caminar hacia la consecución de esos objetivos que nos hemos trazados; asumiendo los mismos siempre con los pies en la tierra, ya que debemos estar conscientes que podremos alcanzar algunos, otros no; pero esto no puede generar una pérdida del sentido de la vida, ni desenfocarnos de la ruta de la felicidad.

También es preciso abocarnos a que cada parada de ese viaje se convierta en oportunidades de aprendizaje y en razones suficientes para amar y dejarse amar, ya que esto será siempre una decisión.

Dicho lo anterior, no podemos desconocer que hemos pasado en este año que finaliza situaciones muy pesadas, adversas, difíciles y tristes; poniendo en estado de vulnerabilidad y fragilidad nuestros pensamientos ante la incertidumbre y la desesperanza; pero aquí está la misión particular de transformar esos pensamientos negativos en positivos, haciendo cada uno de nuestro jardín interior un bello edén.      

¡Qué hermoso es contemplar cómo se hacen cómplices el optimismo y la esperanza en el paraíso del pensamiento humano, produciendo el efecto de generar un ambiente fresco, positivo, de buena actitud e inmensa inspiración para desarrollar las tareas de la vida de manera placentera y fructífera, sin detenerse a medir el nivel de las mareas que impactan o estremecerán la barca de tu vida!

Visto lo que precede en esta reflexión, nos concede ahora la oportunidad de expresar anhelos, que pueden ser apreciados para pintar los horizontes de los pensamientos con tonalidades positivas que han de impulsar esas actitudes que posiblemente requerimos para conquistar el ancho cielo azul de todo lo que soñamos. Por lo tanto, con la degustación de varias uvas, escuchando el merengue Que te pasa viejo año, rodeados del amor familiar, paso a enumerar algunos deseos para este Nuevo Año:

¡Un buen trato hacia los demás! ¡Un reflejo de paz en mi proceder! ¡Un gesto de cortesía en las calles! ¡Un aplauso a la honestidad! ¡Una sonrisa sin mascarilla que contagie! ¡Un beso en la frente a un hijo(a)! ¡Una canción que edifique y reavive la llama del amor!

¡Un valorar las acciones transparentes! ¡Un perdón que sana y libera! ¡Un grito de esperanza que rompa los obstáculos del pesimismo! ¡Un brindis que promueva el compartir y la alegría! ¡Un te amo que sea trending topics en todas las familias!

¡Un éxito que sea fruto del esfuerzo y del trabajo! ¡Un abrazo que nos vuelva más humano! ¡Un estoy aquí que alienta y anima! ¡Una ciudadanía que marque el ejemplo! ¡Un compromiso ético en favor del medio ambiente y los recursos naturales! ¡Un juicio sano, para tener una tierra más sana! ¡Un producir y consumir de manera responsable! ¡Una fe que se transmita con el testimonio!  ¡Un diálogo como alternativa efectiva a la solución de los conflictos! ¡Un corazón lleno de sentimientos puros, capaz de doblegar el odio y el resentimiento! ¡Una felicidad como meta alcanzable! ¡Una conciencia que se deje llevar del susurro del bien! ¡Unas manos que siempre cedan a la solidaridad! ¡Un ser menos autosuficiente y más humilde!

¡Un respetar la vida sin depender! ¡Un progreso con equidad! ¡Una taza de café con aroma de armonía entre vecinos! ¡Una libertad sin desenfrenos! ¡Una verdad sin doble rostro! ¡Una justicia con alma sincera! ¡Un baile conyugal que al compás de un ritmo tropical comunica con sumo esplendor el amarse para toda la vida!

¡Un manejo adecuado del celular para que no sea piedra de discordia ante un bien intencionado convivir familiar! ¡Un lenguaje más prudente y constructor del buen vivir! ¡Una dignidad humana que no sucumba ante los actos irracionales de un hombre que desconoce su propia naturaleza! ¡Una misericordia sin doblez! ¡Un no repetir los errores con que nos desenvolvíamos en el pasado! ¡Un ideal basado en el bienestar humano y la transformación de un mundo mejor, con más seguridad humana! ¡Un servicio de salud más asequible y humano!

Estos deseos más otros que están en la profundidad de tu corazón; deben ser tendencias que predominen en todos los escenarios del ser humano. Ojalá que se conviertan en propósitos virales a seguir en el próximo año y en todos los demás que nos restan por vivir.

¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!

 

Ángel Gomera

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