lunes, 13 de septiembre de 2021

Por un Observatorio de los conflictos y delitos ambientales

 Por un Observatorio de los conflictos y delitos ambientales



Los problemas en materia de medio ambiente a los que nos enfrentamos son cada día más desafiantes y severos; estos demandan de una mejor compresión y sobre todo de una mayor conciencia ciudadana.

Estos conflictos ambientales a los que estamos constantemente sometidos surgen como contraposición entre quienes contaminan el ambiente y quienes sufren sus efectos o perciben los riesgos que ello significa en su bienestar humano.

De ahí es que conocer las posibles causas que suscitan los conflictos ambientales es un paso elemental para su resolución. Esto requiere de más conocimiento e información actualizada del funcionamiento de nuestros sistemas y hábitats naturales que fortalezcan e incrementen así, nuestra capacidad de diagnosticar el estado actual y la sensibilidad ante los cambios inducidos en ellos por la actividad humana.

También es necesario el acceso a medios, vías o herramientas que faciliten la conexión entre la solución y el conflicto; que mejoren nuestra competencia de comunicar o divulgar los problemas ambientales; que informen mejor sobre las buenas prácticas y salidas alternativas, así como sobre la situación general del medio ambiente.

Todo lo dicho anteriormente va en consonancia con lo que establece  el Principio 10 de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo (ahora conocido como Acuerdo de Escazú); el cual tiene como objetivo: “garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras a vivir en un ambiente sano y el desarrollo sostenible”.

En nuestro país, observamos con mucha preocupación cómo el accionar del ser humano viene ocasionando daños a la calidad y cantidad de los componentes ambientales, generando así una contaminación progresiva y lamentable en distintos puntos de la geografía nacional. Esto ocurre consciente o inconsciente a pesar de que el derecho a un ambiente sano debe estar garantizado y tutelado por el Estado dominicano, en el entendido que toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado, y este se considera una condición previa para la realización de otros derechos humanos, incluidos los derechos a la vida, a la salud y un nivel de vida de calidad.

Lo antes expuesto plantea una cuestión muy interesante, que no podemos dejar a un lado, y es que el desarrollo humano no debe ser a costo de su propia destrucción, debe realizarse en el contexto del respeto por la naturaleza, es decir por el cuidado de nuestra casa común. Obviar esto es una actitud muy egoísta generadora de daños y conflictos ambientales, los cuales se originan de la interacción de los procesos naturales asociados a los procesos económicos, sociales y culturales.

Es por lo que todo Estado necesita la utilización de mecanismos, instrumentos y políticas con el objetivo de monitorear y evitar a su vez los daños serios al ambiente y la salud de las personas. Pero que también vele y analice primordialmente las relaciones entre la población, el medio ambiente y el desarrollo humano; atendiendo las fuentes de dichos problemas de manera oportuna, prioritaria e integrada. Procurando mantener la continua preservación del orden, la tolerancia, la convivencia ciudadana, paz, tranquilidad y concordia entre unos y otros actores en un territorio habitado de manera productiva y sustentable.

De lo expresado anteriormente justifica la necesidad de la creación o habilitación en nuestro país por parte de la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales con el involucramiento del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos naturales, de un observatorio de los conflictos y delitos ambientales que se suscitan en el país.

Se pretende a través de este, el registro, medición y análisis de los diferentes conflictos y delitos, con el fin de disponer de una data o estadísticas actualizadas según los diferentes contextos. Así como la evaluación del impacto del evento y determinaría de dispositivos de alerta temprana a través del estudio de las tendencias, tipología, focalización y respuestas dadas, que permita a su vez establecer las estrategias efectivas.

Es que cuando se mide podemos anticipar la escalada de conflictos ambientales y el desarrollo de respuestas estratégicas a estas crisis. Y este sistema permite mantener el dedo en el pulso de las dinámicas sociales ambientales que podrían degenerar en dramáticas y complejas situaciones en detrimento a un ambiente sano en la República Dominicana.

La puesta en marcha de un Observatorio de esta naturaleza sería un aporte institucional novedoso e histórico dentro del ámbito de las políticas públicas y la justicia penal ambiental. Porque como bien expresó Peter Drucker: “Lo que se mide, se controla” y “Con la recopilación de datos, cuanto antes mejor es siempre la mejor respuesta”. (Marissa Mayer).


Ángel Gomera 

domingo, 25 de julio de 2021

Feliz Dia del Padre

                                      


 Queremos felicitarte a ti papá, esforzado, amoroso y responsable, cuyo don lo ejerce con devoción divina.  

A ti padre, que cuidas, que formas, que preparas, que fermentas cada día con el ejemplo tu metro cuadrado.  

A ti papá, cuyo legado a tus descendientes son huellas de hermosos recuerdos y bendiciones infinitas.  

A ti papá, que abrazas hasta curar, que dices te amo sin  fatigas, que sonríes con los labios del corazón, que ayuda a levantar de las caídas.  

A ti papá, sembrador de esperanzas, luz en el camino de la vida y un hombre de Dios.  

Muchísimas felicidades en el Día de los Padres; que Dios te bendiga hoy, mañana y siempre. 

Ángel Gomera 


sábado, 10 de julio de 2021

Parecer o ser papá

 

Parecer o ser papá



Ser papá es una de las experiencias más dichosa y maravillosa que puede experimentar en la vida un ser humano; claro está, siempre que la asumamos con la debida responsabilidad, ya que nuestras acciones o inacciones pueden influir positiva o negativamente en la familia y la sociedad.

Es que siempre será un reto constante entender que la paternidad no es cosa de juego; expresamos este pensar con énfasis, porque en muchas ocasiones se tiende a ignorar con ligereza e insensatez que la vida de otro ser está en nuestras manos; obviándose por completo que la figura del padre es un eje fundamental para el desarrollo pleno de una familia y que, del ejercicio responsable de la paternidad y maternidad, depende el futuro de la humanidad.

Dicho lo anterior, debemos destacar que es un deber inexcusable cumplir con dichas obligaciones, poniendo cuidado y atención en lo que hacemos o decidimos como padres. Es decir, que esto implica un involucramiento activo no solo en la provisión de recursos materiales sino también en la crianza y la vida cotidiana de sus hijos. Porque no sólo se trata de vivir y saber que vivimos, sino hacer de las vidas de nuestros hijos una vida buena, es decir, plenamente humana y fecunda.

Lamentablemente, observo en nuestro entorno comportamientos de papás que desafiando la responsabilidad ética, moral, social y jurídica del rol que entrañan, están contribuyendo a la generación de historias grises llenas de vacíos y sufrimientos en sus hijos.

Lo antes dicho, lo sustento en impresiones diversas que he escuchado de hijos con respecto a sus papás, y que estas deben mover a una profunda reflexión: ¨Mi papá se cayó de mi pedestal¨, ¨marcó mi vida negativamente¨,¨nunca me dedicó tiempo¨, ¨sólo llegaba a la casa pelear y siempre de mal humor¨, ¨nunca vi que mi papá asistiera a una reunión en mi escuela¨, ¨solo llegaba borracho¨, nunca recibí  unas palabras afectivas o de aliento¨, ¨Papi nunca creyó en mí¨, ¨me abandonó, ¨ni me declaró como hijo¨, ¨solo compró pañales y leche¨, ¨a penas me dio el nombre y el apellido¨, ¨a mi papá sólo le interesa el dinero y el trabajo, ¨ni me crio, ni lo conozco¨, ¨ni foto tengo¨,¨mis recuerdos son dolorosos¨,¨el cree que su deber era comida y ropa¨, entre otras expresiones.

Estas distintas manifestaciones son el resultado de cuando obramos con descuidos o ineficientes en el deber ser; trayendo además como consecuencias en nuestros hijos, la falta de amor propio, inseguridades, odios, resentimientos, adicciones, carencias de respeto por los límites, entre tantos problemas. Es que como bien se refiere el escritor y publicista Michael Levine: “Tener hijos no lo convierte a uno en padre, así como tener un piano no lo convierte en pianista”.

Entonces, cabe preguntar ¿a qué nos debe mover estas realidades?

Debe conducir a detenernos valiente y voluntariamente frente al espejo de la conciencia, para analizarnos en cuanto a la imagen que estamos proyectando o hemos proyectado como padres ante ellos; o en ese mismo tenor reflexionar que he venido sembrando o sembré en mis hijos.

El resultado de esa libre consulta interna es para producir los ajustes correspondientes que lleve a la misión de reencontrar el sentido de la paternidad a través de mis actos; aquí se deberá revisar lo que hice, estoy causando y lo que debo hacer a partir de ese reconocimiento. De lo que se trata es estar conscientes de que este ejercicio no es para justificar nuestro proceder o radicalizarse en los egos; es para esforzarnos en alcanzar el milagro de mejorar para sanar las relaciones de padres a hijos y viceversa; derrumbando todos esos muros que solamente dividen, y edificando a su vez puentes de entendimiento, diálogo y perdón.

Sabemos que no es un proceso fácil, ni sencillo hablar de cosas dolorosas y menos cuando son heridas de larga data, pero si no intentamos sanarlas con amor, humildad y paciencia, se podrían convertir en enfermedades catastróficas, y así será difícil encontrar la brújula que nos lleve a la paz y felicidad; ya que se vivirá con una carga que cada día se hará más pesada y tormentosa.

Visto y examinado lo precedente, es tiempo de forjarnos como padres la meta de tornar esas situaciones e impresiones amargas en oportunidades de liberación, que nos coloque en el camino del ser y no de parecer. Si avanzamos decididamente con tesón, coherencia y perseverancia en el sendero del “deber ser” como padres, ganaremos la confianza de los hijos y sus ojos brillarán con ilusión y esperanza en el amplio firmamento de la vida.

A la sazón, ¿Cuál será el efecto de ser padres y no parecer?

Escuchar de los labios de tus hijos las siguientes expresiones: ¨Me siento orgulloso de mi papá¨, ¨tuve al mejor padre del universo¨, ¨te extrañaré por siempre¨, ¨Qué bien nos formaste¨, ¨eres mi superhéroe¨, ¨lo amo y amaré por siempre¨, ¨gracias por enseñarme a discernir el bien del mal¨, ¨siempre disfruto de tu compañía¨, ¨nunca me abandonaste¨, ¨me apoyaste en todo momento¨, ¨gracias por ser el gran maestro de la vida¨,¨ eres mi ejemplo¨, ¨jamás te olvidaré¨, ¨gracias por ser mi papá¨, ´te entregaste por completo¨, ¨tus abrazos curan todas mis partes rotas¨, ¨siempre creíste en mi¨, ¨entre más años tengo, más te quiero y te entiendo¨, ¨Cuando me equivoque, me ayudabas¨, ¨en mis dudas, siempre me aconsejas¨, ¨cuando te llamo ahí estas¨, entre otros testimonios.

En definitiva, el efecto de ser padre es un amor que se hace vida en lo que haces, dejando huellas visibles de bien y ejemplo que se tornan imperecedera de generación en generación.

Ángel Gomera

jueves, 20 de mayo de 2021

Carta a Rosangelis Maria por su Primera Comunión

 Carta a Rosangelis Maria por su Primera Comunión


Un 28 de octubre, el Todopoderoso nos concedió la dicha, la fortuna y el gozo de ser padres por tercera ocasión; trajo consigo una princesa, una niña inteligente, amorosa, encantadora y obediente: Rosangelis Maria, tu presencia nos sumerge en el dulce edén de la felicidad. Cada día, tu presencia nos induce a celebrar el sentido de la vida, ya que tú nos llena y engrosa de riqueza infinita las bóvedas de nuestras almas.

Hemos de expresarte que cada día disfrutamos ver y vivir tu crecimiento físico y espiritual, en donde tu siendo una de las protagonistas con principalía en esta película tan hermosa de la vida, nos llenas como papás de una actuación tan fascinante que nos hace emitir suspiros de júbilo. De ahí es pues, que somos bienaventurados al deleitarnos con cada etapa de tu existir, constituyendo la misma, trayectos de esperanza que nos cautiva en lo más sublime de una paternidad y maternidad que fruto del amor de Dios estamos disfrutando inmensamente.

Todavía rememoramos en nuestros corazones el eco de tus primeras palabras las cuales nos llenaron de una emoción indescriptible. Ver con disfrute mayúsculo tus primeros pasitos tambaleantes y decididos a transitar con gallardía el inicio de una carrera cargada de muchos desafíos, pero sobre todo de un bello porvenir.

 Aún nos pasan imágenes con colores perfectos de aquella primera sonrisa que iluminó todo nuestro ser como si fuese un rayo de sol. Tus ruidos constituyen la más esplendorosa y afinada sinfonía para nuestros oídos, porque un momento de quietud es sinónimo de “donde esta”, “que está haciendo” y “me hace falta”.

Es maravilloso recordar que ambos (mami y papi) nos convertíamos en espectadores felices de aquel espectáculo de amor donde cada sorbo de leche maternal surtía el doble efecto de alimentarte a ti y alimentar nuestras almas. Cuánto sufrimos tus caídas por más leves que fueran, sintiendo en cada una de ellas sobrecargas de angustias que aguijoneaban con tanta intensidad nuestros corazones protectores. Disfrutamos a plenitud cuando te escuchamos cantar en la ducha, envolviendo toda la casa en un ambiente de coro celestial. También cuando bailas, en donde tu ingenuidad se conjuga con la gracia angelical de tus bellos movimientos, haciendo de ese instante una fotografía de admiración eterna. Tus conversaciones son música y poesía para nuestros oídos; ya que en cada una de ellas le colocas el sello del entusiasmo con toques poderoso de sabiduría e inteligencia.

Observar el sentido de la responsabilidad que muestras en las tareas asignadas es premio de satisfacción que nos derrite; y la seguridad que imprimes al hacer tus planteamientos es señal del clima de confianza que se afianza en el hogar.  Y cómo no admirar la constelación de valores que te adornan además de los antes mencionados: tu dinamismo, lealtad, honestidad y compromiso, coronitas de estrellas que brillan con luz propia en tan noble pedacito de cielo que premia nuestras vidas.

Evocamos aquel dulce momento de tu bautismo donde iniciaste la vida cristiana siendo tan pequeña, recibiendo el signo del agua que inscribió tu nombre en el Libro del Cielo y la luz del cirio que alumbra tu caminar por siempre. Ahora nos toca vivir otro gran acontecimiento tan significativo para ti y nosotros: TU PRIMERA COMUNIÓN, día este que debes fijarlo en tu memoria; renovarlo cada día con tu testimonio de vida y celebrarlo sin interrupciones con gozo y ánimo de fiesta, ya que estarás recibiendo a Jesús, aquel que por amor infinito entregó su vida en una cruz para salvarnos, dejándonos su cuerpo y sangre, como comida y bebida de salvación.

 ¡Es por eso que hoy, los mares traen consigo olas de alegría! ¡La lluvia baila un merengue típico con el arco iris! ¡El sol comparte con sus amigos helados de fresa! ¡Las estrellas del firmamento se visten de payasos con sonrisas de esperanza! ¡Las montañas disfrutan del algodón dulce con las llanuras! ¡La luna se deja pintar carita feliz en su rostro!  ¡Y los ríos comen palomitas de maíz con los manantiales!

Rosangelis Maria, eres muy joven y sabemos que muchas cosas no las comprendes, pero es importante que sepas también que te queda mucho por recorrer y vivir; ahora bien, dentro de ese ejercicio de libertad que Dios te ha concedido, nunca permitas que la semilla de Jesús deje de germinar en tu corazón y produzca los frutos requeridos.

Es importante advertirte que, al escoger este camino, tendrás que enfrentar obstáculos que se empeñarán en querer confundirte y hacer desfallecer tu fe; por lo que te exhortamos orar sin cesar en todo momento, apelando a ese Hermano Mayor que nunca te abandonará y que siempre está dispuesto a escucharte en tus soledades, dificultades, enfermedades, tristezas, necesidades, etc. Asimismo, recurre a celebrar con Él, con alma agradecida: tus alegrías, logros, salud, éxitos, prosperidad y todas las bendiciones que lleguen a tu existir.

Amada hija, la impresión que sentimos nos hace expresar tantos sentimientos que hasta nos quedamos cortos en estas líneas que con tanto amor hemos dedicado para ti, pero debemos concluir venciendo el deseo irresistible de seguir escribiendo, gritando a todo pulmón del alma que te amamos tanto y tanto que hasta los poros palpitan en ayuda a nuestros corazones jubilosos. Te amamos más allá del amor que cabe en el universo.

¡Bendita seas por siempre pedacito de nuestro ser!  ¡Gracias Dios por premiarnos con este regalo tan soberano! ¡Gracias por concedernos la rosa más esplendorosa, inigualable y especial de la vía láctea! ¡Felicidades Rosangelis Maria por tu Primera Comunión! Que Dios santifique tu vida hoy, mañana y siempre.

 ¡¡¡Te Amamos!!!

Ángel y Rosalis

Tus Padres

martes, 6 de abril de 2021

Importancia de la Resolución de Conflictos en los Partidos Políticos.

 Importancia de la Resolución de Conflictos en los Partidos Políticos.



El conflicto es un elemento dinamizador, que sirve para movilizar el contexto de las relaciones sociales. Claro siempre que actuemos de manera oportuna en su abordaje, ya que, si no se procuran las vías de soluciones a tiempo, se puede enquistar de manera severa, cuan parecido a la reacción de un cáncer agresivo en un organismo, deteriorando las relaciones y poniendo el enfrentamiento en el contexto de lo irreversible. Es que debemos entender que el conflicto mal encauzado tiende a escalar vertiginosamente en situaciones más complejas y dramáticas. Esta escalada supone un crecimiento progresivo de la hostilidad entre las partes enfrentadas que multiplica los malentendidos, las traiciones, los ataques, contraataques personales, se agigantan los resentimientos y se crea una atmósfera de odio que envenena el ambiente. Esto muy bien lo plantea Johan Galtung al inferir que ¨cuanto más básicos son los intereses en conflicto, mayor es la frustración si estos no son conseguidos. La frustración puede conducir a la agresión, que puede ir desde una actitud de odio hasta el empleo de la violencia hacia los actores que obstaculizan la consecución de ese o esos intereses¨.

Esta actitud reactiva está ínsita en nuestros genes, dado que el conflicto es inherente a la naturaleza humana y está muy ligada a instintos básicos de supervivencia. Es bueno precisar en ese orden que, aunque la genética tiende a influir en nuestra manera de comportarnos, no lo explica todo. El ambiente tiene un importante papel para modularla, para acabar determinando que unas características genéticas se expresen o no. Es decir, los genes predisponen, pero es definitivamente el ambiente lo que hace que se manifieste. En ese sentido el profesor de Antropología Carles Lalueza de la Universidad de Barcelona, se refiere al respecto con claridad y precisión, cuando sostiene que, aunque ¨las conductas sociales tengan una base biológica no significa que sean fijas e inamovibles; el determinismo biológico es falso, no somos máquinas programadas por nuestros genes, sino que en última instancia podemos decidir entre el bien y el mal. ¨

De ahí es que, ante los conflictos, hay que saber discernir, escuchar, aprender y cambiar; en el entendido de que los mismos son difíciles de hacerlos desaparecer porque son fruto de la propia interacción humana. Dicho lo anterior, debemos tener presentes que, lo que realmente afecta no es lo que sucede, sino cómo reaccionamos a lo que nos sucede. Ahí estriba la gran disyuntiva, de saber tomar la decisión más adecuada y oportuna, ante tantos intereses envueltos y en disputas.  

Es que en el conflicto encierra decisiones, que te pueden situar en un momento dado entre el bien o el mal. Esto lo explica claramente Sun Tzu (480-211 A.C.) en su obra “El Arte de la Guerra”, cuando se refiere a que: “El conflicto es luz y sombra, peligro y oportunidad, estabilidad y cambio, fortaleza y debilidad, el impulso para avanzar y el obstáculo que se opone. Todos los conflictos contienen la semilla de la creación y la destrucción”. 

En la República Dominicana desde la desaparición de la dictadura trujillista, uno de los inconvenientes que ha afectado a los partidos políticos es el mantenimiento de su unidad. Es que los mismos se exponen frecuentemente a conflictos internos, que en la mayoría de las ocasiones se tornan desastrosos, generando profundas tensiones y fraccionamiento que incide negativamente en la democracia; y todo esto, se debe a la incapacidad de ponerse de acuerdo o de procurar mecanismos para resolverlos, sin tener que llegar a daños irreparables o extremos en términos personales e institucionales.

De ahí es pues que los partidos políticos deberán abocarse a generar en su interioridad un cambio cultural, en la manera de prevenir, gestionar y transformar los conflictos. Esto debe ser una necesidad, ya que, para ser más eficaces, ganar confianza en la población, mantener la unidad y ser más competitivos deben ser competentes o capaces de resolver sus pugnas internas sin escisiones tan lamentables y discordantes.

En la actualidad se trabaja poco en la prevención del conflicto a lo interno de los partidos políticos, y únicamente se aborda el mismo cuando éste se ha recrudecido, y normalmente, no queda otra vía que la judicial para intentar su solución. Y qué bueno que tenemos al alcance esas vías judiciales, pero entendemos que no deben ser las únicas formas de resolverlos.

Más allá de las crisis o realidades, es ostensible que no todos los conflictos son iguales ni exigen la misma respuesta; hay conflictos en los cuales la mejor sentencia no podrá ser una solución adecuada. Por eso es importante la implementación y aplicación de los mecanismos de resolución alternativa de conflictos en el sistema electoral dominicano, a fin de evitar la intervención judicial excesiva, por ende, rebajar el nivel de litigiosidad en conflictos que pueden ser resueltos por las propias partes involucradas previo a la judicialización, sin necesidad de saturar el sistema de justicia.

Es en ese orden, se hace necesario que las distintas élites políticas tomen conciencia de que posibilitar un idóneo y oportuno manejo de los conflictos, a través de nuevas vías o formas para la resolución de estos, distintas a la jurisdiccional, se conseguirá una evidente mejora de la confianza en el sistema de partidos y de la calidad de la democracia en nuestro país.

 

Ángel Gomera 

sábado, 3 de abril de 2021

Espumas del alma


 Hay horrores en la historia de la humanidad que no deben repetirse. Persisten aún esos intereses egoístas más allá de toda seguridad humana. Vencer la desmemoria, el relativismo, la inmediatez y el individualismo, es un gran desafío. Obviarlo sería profundizar la deshumanización.

Toda fisura o grieta que se le ocasione al respeto a la vida es sinónimo de devaluación a la dignidad humana.

Venciste las tinieblas con la luz renovadora de tu amor! Al vencer las cadenas de la muerte nos concedes el gran regalo de una vida en abundancia! Rodar esa piedra del sepulcro es señal contundente de una esperanza que nunca muere! Felices Pascuas de Resurrección #FelicesPascuas 

Si no dejas que los rayos del amor se filtren y toque tu corazón, entonces poco a poco se secará y perderá la vitalidad. La suma de corazones sin amor es transitar a un mundo inhóspito, sin esperanza de vida. La supremacía del egoísmo es cataclismo #AngelGomera #RD

Algunas veces cargamos el corazón de tantas cosas innecesarias e impropias, que hasta se le dificulta bombear sangre de manera sana. Suelta cargas y dale vida a tu vida.



lunes, 8 de marzo de 2021

Mujer y hombre por una cultura de paz

Mujer y hombre por una cultura de paz


El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer; este día nos llega en un momento muy complicado de la humanidad, ya que aún estamos recibiendo la embestida de la pandemia, que ha traído mucho pesar, sufrimiento e incertidumbre en el mundo. La buena noticia es que se empieza a divisar la luz en el camino, y es que ya tenemos la vacuna como respuesta para detener este potente virus; no me referiré a si sus resultados serán efectivos o no, dado que en los días por venir podremos verificar con mayor claridad y rigor científico su impacto; lo que debemos reflexionar es si verdaderamente hemos extraído las enseñanzas de vida necesarias para la edificación de un mundo mejor.

Por lo que celebrar este importante Día Internacional de la Mujer, entraña un compromiso social post covid-19, no importando si eres mujer u hombre, a fin de construir una sociedad más justa, pacífica, humana y más sostenible.

¿Cómo se alcanza este propósito?

Debemos partir del entendido que el hombre y la mujer tienen una dignidad que nunca se pierde. Dicho lo anterior, este propósito se alcanza con mayor solidez cuando se trabaja en equipo; imbuido con un espíritu transparente de apoyo mutuo marcado con la esencia de la tolerancia; sintiendo admiración el uno por otro, sin que el egoísmo dañe la construcción de relaciones sanas; sin que se devalúe la persona al valor de cualquier objeto.

También impulsando la cooperación sujeta a la complementariedad, sin menosprecio, divisiones ni odios; con disposición expresa a colaborar sin convertirnos en adversarios; y asumiendo que la paz es un proceso continuo de búsqueda de justicia social, que sitúa en primer plano la dignidad humana; sin la existencia de entramados sociales que reproducen desigualdades y situaciones de exclusión.

¿Qué no debemos pasar por alto?

Anterior a la pandemia observábamos lamentablemente, como la violencia estaba alcanzando a muchas mujeres, presentando una alarmante, preocupante y depresiva imagen de irrespeto al don de la vida. Esto se recrudeció con el confinamiento de la población en sus hogares, medida que no cuestiono; pero la misma desnudó la notable incapacidad de la ciudadanía en el abordaje o manejo adecuado de los conflictos en los hogares. Lo que resulta inquietante y no debemos pasar por alto es la forma en que tomó cuerpo la violencia, en respuesta ante esos conflictos, manifestándose como  natural, normal e incluso como la única manera viable de hacer frente a los problemas y disputas.  

¿Qué hacer?

Inevitablemente debemos cambiar patrones de vida que desdicen nuestra humanidad. La cultura de violencia niega lo verdaderamente humano, se convierte en un germen anti-natura, que solo destruye y daña. El machismo alimenta toda violencia; de ahí es pues, que tenemos asumir mayor compromiso de coadyuvar a erradicar esa cultura tan nociva y salvaje que está causando estragos en el seno de tantas familias. Esta acción estratégica y fundamental debe realizarse en reciprocidad con las mujeres, para conseguir como resultado una educación en valores que forme al ser humano en su integridad, para que sepa usar su conocimiento en la búsqueda constante del bien. Para llevar a cabo con éxito esta misión se debe trabajar juntos, no solos. La dispersión de esfuerzos retrasa los resultados o más bien no se logra.

Finalmente, para cambiar esos patrones se requiere tomar conciencia de las creencias y respuestas que perpetúan esas conductas negativas que se están reproduciendo en la sociedad. Sin una reflexión sincera o reconocimiento el cambio se imposibilita. A esto se suma también, que necesitamos una dosis de buena voluntad para aprender las habilidades requeridas que posibiliten ese cambio que todos soñamos.

Estamos conscientes que las crisis exacerban los ánimos, pero nunca debemos cansarnos de dialogar y buscar llegar a acuerdos de buena fe que nos permitan regresar a la normalidad luego de cada conflicto. La crisis debe ser una oportunidad de crecimiento, no la suma de tragedias. Es tiempo de que las mujeres y los hombres impulsemos una cultura de paz. No hay camino para el diálogo, el diálogo es el camino que nos lleva a la paz.

 

Ángel Gomera 

sábado, 27 de febrero de 2021

Por un ambiente sano

Ir de paseo al bosque del profundo silencio, en donde podemos escuchar la respiración suave de cada árbol; el cantar seductor de las aves que junto a la música armoniosa que emana de aquel manantial sonriente; convierte ese instante en una oda tan pura en favor del medio ambiente.

Ahora tenemos que usar mascarillas por el #COVID19 pero si no aprendemos la lección y seguimos lastimando con furor nuestro medio ambiente, tendremos que utilizar respiradores permanentes, porque lamentablemente no podremos respirar aire puro por el mundo distópico que provocamos.

Permitir que se pierdan los bosques, es dejar escapar la belleza ante nuestros ojos; es arrancar soplos de vida a las futuras generaciones; es causarle pulmonía crónica a nuestra casa común; es en fin, poner en peligro nuestra existencia. #AngelGomera #RD




domingo, 31 de enero de 2021

Jóvenes, por una cultura de Paz

 Jóvenes, Por una Cultura de Paz


Jóvenes, por una cultura de paz 

La República Dominicana registra en los últimos 10 años un incremento en la violencia y controversias que tienen sus raíces en casos menores, y que debido al arraigo de la cultura del litigio, a la falta de acciones y espacios efectivos para la gestión y resolución de estas situaciones conflictivas, devienen en congestión de los tribunales, del sistema carcelario o en desgracias que pudieran haberse evitado mediante la implementación y abordaje de estrategias oportunas con resultados más satisfactorios a las partes envueltas. 

Es en ese sentido que la sociedad dominicana demanda cada vez más de la promoción de una cultura de paz, como vía para arribar a soluciones que afiancen la convivencia armoniosa entre las personas. 

Conscientes de esta realidad, diferentes organizaciones e instituciones sociales, comunitarias, eclesiales y gubernamentales, han definido e incorporado dentro de sus objetivos, el impulsar y favorecer la prevención y la gestión efectiva de los conflictivos en la ciudadanía, a través de la puesta en marcha de la resolución alternativa de conflictos y la promoción de una cultura de una paz. 

En vista de lo señalado, se han habilitado y promovido espacios de discusión, análisis, debates y propuestas, con especial interés a uno de los sectores que resulta más vulnerable ante el ímpetu estrepitoso de toda manifestación de violencia: LA JUVENTUD.

Estos espacios consisten en la realización de congresos, foros, paneles, talleres; entre otras acciones o procesos formativos, dirigido a la construcción de un liderazgo joven comprometido, que se involucre proactivamente en la reducción de los niveles de violencia que tenemos en el país, a través de la implementacion de una cultura de paz en todos los ámbitos de la sociedad. 

Y es que cada día estamos expuestos a un bombardeo sistemático que induce a una cultura de violencia, caracterizado por actitudes que lejos de favorecer la civilidad, influye mas bien, en la generación de una comunidad con patrones y comportamientos violentos. 

Les remito que se detengan a examinar algunos contenidos que se publican en las redes sociales; en ciertas músicas con letras tóxicas; en la difusión abrumadora de las narco novelas; en videojuegos violentos; en la impunidad sin régimen de consecuencias; en las calles cargadas de expresiones agresivas y comportamientos emocionales, con carencias de respeto y cortesía; en ciertos excesos de autoridad sin amparo; en hogares que lejos de ser escuela de valores, se han convertido en focos de violencia y cuyos resultados devienen en el grito tan desgarrador de tantos hijos huérfanos que ponen a llorar con desconsuelo el corazón de las piedras; en tantos jóvenes que se han dejado deslumbrar  por el ¨éxito¨ de la vida fácil pensando que ahí está el camino de la felicidad; se llenan del no importa nada, de un vivir la vida sin compromisos y sin limites, de un pensar sin mañana, etc.. Pero tranquilos  entiendo que esto no es la generalidad ni lo mas común; y que por lo tanto la esperanza del cambio no perecerá, ya que existe una cantera de líderes juveniles que con su vocación de servicio constituyen un ejemplo vigoroso de que habrá un mejor mañana, partiendo de un buen presente; y es que en sus ojos vemos el brillo de Duarte, Sánchez y Mella; de Gandhi y su estilo de paz; de un sueño que nunca deja de soñar Martín Luther King; de un Mandela que ni el cautiverio ni la tortura surtió el efecto de detener sus sueños de libertad y de romper las barreras segregacionistas; de un San Juan Bosco quien ofrendó su vida en favor de tantos jóvenes desfavorecidos; de Jesús, quién con su infinita expresión de un  amor hecho vida, nos enseña amar al prójimo como a ti mismo; y en El, a tantos héroes anónimos que con su entrega y vocación siembran con su ejemplo las semillas del bien, la dignidad humana y la paz.

Y es que la paz no llega sola, hay que buscarla, hay que trabajarla, empezando por sí mismo, para así llevarla a los demás. A lo que nos referimos es que debemos ser promotores de la paz, haciendo fermentar en nuestros ambientes, espacios de diálogo o de prácticas restaurativas. Por lo que se hace necesario redoblar los esfuerzos para la construcción de una voluntad política y social de cara a estos propósitos.

Asumido el compromiso, entonces si empezaremos a romper los muros de las divisiones, del odio, del mal vivir, de la desigualdad, de los resentimientos, de las insensibilidades, logrando edificar puentes de diálogo y entendimiento, de perdón y amor, de justicia y solidaridad, de respeto y tolerancia.

De ahí es pues, que para alcanzar el sueño de una cultura de paz plena y saludable:

¡Queremos jóvenes con sueños de esperanzas! ¡Constructores del cambio y garantes del bien! ¡Jóvenes con aliento de paz que hagan revolucionar las ideas para edificar un presente y mañana vigoroso, de bienestar y de progreso en la República Dominicana!

Como dijo Antonio Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. ¡Es tiempo de elegir el camino que nos conduce a la paz! ¡Seamos las luces valientes que señalen ese camino, sin vueltas atrás! 

Ángel Gomera

jueves, 28 de enero de 2021

Firma de Acuerdo fraterno y de cooperación mutua.

 

NOTA DE PRENSA

 

En el día de hoy, 28 de enero, en la Casa San Pablo de Santo Domingo, un grupo de asociaciones católicas firmaron un documento histórico en el que se comprometen a trabajar unidas por el bien de la sociedad. 

 

El Movimiento de Cursillos de Cristiandad representado por César Curiel De Moya, Director, RP Robert Brisman Director Espiritual; por la Hermandad de Emaús Hombres-SD Augusto (Uto) Sánchez, Coordinador Arquidiocesano SD y por el Movimiento Matrimonio Feliz, Kirsis De Los Santos de Checo, Vicepresidenta, RP Alejandro Cabrera Director Espiritual, instituciones seglares de la Iglesia Católica de la Arquidiócesis de Santo Domingo, firmaron un acuerdo fraterno de colaboración y cooperación mutua, con el objetivo de aunar esfuerzos y recursos humanos, en el ámbito de sus respectivas competencias, actuando de manera cónsona con la Iglesia y conforme a sus diferentes carismas.

 

Mediante la firma de este acuerdo, los movimientos eclesiales firmantes, en representación de sus respectivas comunidades, resaltan creer y promover una Iglesia unida en su estructura; unida entre pastores y feligreses, unida a la sociedad. 

 

Las instituciones involucradas, se comprometen a seguir formando cristianos sólidos en la fe, a partir del compartir informaciones propias de la misión evangelizadora, procesos de formación, experiencias, vivencias familiares, sociales y espirituales, y cualquier otra que fortalezca la fe que profesan sus miembros.

 

En ese sentido, se establecerá una comunicación periódica entre las instituciones firmantes, a través de reuniones programadas, a fin de mantener actualizado el compromiso en el servicio a la Iglesia y a la sociedad dominicana. 

 

Como parte del acuerdo las comunidades y miembros de estas instituciones se convierten en agentes colaboradores de las Autoridades de Salud y del Gobierno Dominicano que trabajan combatiendo el virus Covid-19, orientando a la población con las diferentes medidas de protocolo establecidas. Colaborarán para que se preserve la salud del personal sanitario, y velarán porque los policías y militares tengan el discernimiento en la diferentes situaciones que enfrentan.

 

Finalmente llaman su atención a respetar el protocolo: el uso mascarilla, distanciamiento físico, lavado frecuente de las manos, uso desinfectante de manos. 

 

La protección y conservación de la salud mental y vida, de los tuyos, dependerá, en gran medida, de que adquieras conciencia de la gravedad del caso  y de la prudencia. Todos debemos ser generadores de esperanza.

 

 

En el acto estuvieron presentes: por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, su César Curiel De Moya, Director; RP Robert Brisman Noris de Bello, Ángel Gómera, Angela Medina, y Carlos Pichardo; por la Hermandad de Emaús Hombres, su Coordinador Arquidiocesano SD, Augusto (Uto) Sánchez, Manuel Miranda, Junior Abréu, Guillermo Ventura y Orlando Acevedo; por el Movimiento Matrimonio Feliz, su Vicepresidenta Kirsis De Los Santos de Checo.

jueves, 31 de diciembre de 2020

Feliz Año 2021



 Suenan las campanas 🔔 del 2021,  y le pedimos al Todopoderoso que cada replique sea una bendición permanente en tu vida, un sueño que se concretice, un aliento de esperanza, un objetivo que se ponga de manifiesto, una felicidad profunda y verdadera, un amor hecho manantial que moje de detalles a quienes te rodeen, una paz firme y duradera, un corazón moldeado de solidaridad y fraternidad, una oración con sentido de comunidad. 


En fin, un 2021 de oportunidades, de más salud cómo rayos tiene el sol, de familias más sanas, de matrimonios siempre dispuestos a superar las diferencias, de vecindad más armoniosa y pacífica, de un perdón que libera y reconcilia, y de tantos propósitos alcanzados como estrellas hay en el universo! 


Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo! Te queremos muchísimo!


Ángel Gomera y Familia

martes, 29 de diciembre de 2020

Anhelos para el Nuevo Año

 Anhelos para el Nuevo Año

Con la conclusión de un año, emergen deseos o anhelos que pueden impregnarles nuevos bríos a un vivir con propósito. Para que lo dicho anteriormente tenga sentido, debemos disponernos a vivir no desde las gradas de las lamentaciones, ni tampoco sentados en el banco de los derrotados, ni mucho menos desde la ventana de la desilusión.

Es vivir, cultivando la ilusión en cada instante; que esta sea la compañera fiel de viaje en el tren de la vida; que motive nuestro caminar hacia la consecución de esos objetivos que nos hemos trazados; asumiendo los mismos siempre con los pies en la tierra, ya que debemos estar conscientes que podremos alcanzar algunos, otros no; pero esto no puede generar una pérdida del sentido de la vida, ni desenfocarnos de la ruta de la felicidad.

También es preciso abocarnos a que cada parada de ese viaje se convierta en oportunidades de aprendizaje y en razones suficientes para amar y dejarse amar, ya que esto será siempre una decisión.

Dicho lo anterior, no podemos desconocer que hemos pasado en este año que finaliza situaciones muy pesadas, adversas, difíciles y tristes; poniendo en estado de vulnerabilidad y fragilidad nuestros pensamientos ante la incertidumbre y la desesperanza; pero aquí está la misión particular de transformar esos pensamientos negativos en positivos, haciendo cada uno de nuestro jardín interior un bello edén.      

¡Qué hermoso es contemplar cómo se hacen cómplices el optimismo y la esperanza en el paraíso del pensamiento humano, produciendo el efecto de generar un ambiente fresco, positivo, de buena actitud e inmensa inspiración para desarrollar las tareas de la vida de manera placentera y fructífera, sin detenerse a medir el nivel de las mareas que impactan o estremecerán la barca de tu vida!

Visto lo que precede en esta reflexión, nos concede ahora la oportunidad de expresar anhelos, que pueden ser apreciados para pintar los horizontes de los pensamientos con tonalidades positivas que han de impulsar esas actitudes que posiblemente requerimos para conquistar el ancho cielo azul de todo lo que soñamos. Por lo tanto, con la degustación de varias uvas, escuchando el merengue Que te pasa viejo año, rodeados del amor familiar, paso a enumerar algunos deseos para este Nuevo Año:

¡Un buen trato hacia los demás! ¡Un reflejo de paz en mi proceder! ¡Un gesto de cortesía en las calles! ¡Un aplauso a la honestidad! ¡Una sonrisa sin mascarilla que contagie! ¡Un beso en la frente a un hijo(a)! ¡Una canción que edifique y reavive la llama del amor!

¡Un valorar las acciones transparentes! ¡Un perdón que sana y libera! ¡Un grito de esperanza que rompa los obstáculos del pesimismo! ¡Un brindis que promueva el compartir y la alegría! ¡Un te amo que sea trending topics en todas las familias!

¡Un éxito que sea fruto del esfuerzo y del trabajo! ¡Un abrazo que nos vuelva más humano! ¡Un estoy aquí que alienta y anima! ¡Una ciudadanía que marque el ejemplo! ¡Un compromiso ético en favor del medio ambiente y los recursos naturales! ¡Un juicio sano, para tener una tierra más sana! ¡Un producir y consumir de manera responsable! ¡Una fe que se transmita con el testimonio!  ¡Un diálogo como alternativa efectiva a la solución de los conflictos! ¡Un corazón lleno de sentimientos puros, capaz de doblegar el odio y el resentimiento! ¡Una felicidad como meta alcanzable! ¡Una conciencia que se deje llevar del susurro del bien! ¡Unas manos que siempre cedan a la solidaridad! ¡Un ser menos autosuficiente y más humilde!

¡Un respetar la vida sin depender! ¡Un progreso con equidad! ¡Una taza de café con aroma de armonía entre vecinos! ¡Una libertad sin desenfrenos! ¡Una verdad sin doble rostro! ¡Una justicia con alma sincera! ¡Un baile conyugal que al compás de un ritmo tropical comunica con sumo esplendor el amarse para toda la vida!

¡Un manejo adecuado del celular para que no sea piedra de discordia ante un bien intencionado convivir familiar! ¡Un lenguaje más prudente y constructor del buen vivir! ¡Una dignidad humana que no sucumba ante los actos irracionales de un hombre que desconoce su propia naturaleza! ¡Una misericordia sin doblez! ¡Un no repetir los errores con que nos desenvolvíamos en el pasado! ¡Un ideal basado en el bienestar humano y la transformación de un mundo mejor, con más seguridad humana! ¡Un servicio de salud más asequible y humano!

Estos deseos más otros que están en la profundidad de tu corazón; deben ser tendencias que predominen en todos los escenarios del ser humano. Ojalá que se conviertan en propósitos virales a seguir en el próximo año y en todos los demás que nos restan por vivir.

¡Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo!

 

Ángel Gomera

viernes, 18 de diciembre de 2020

COVID-19, Reconocimiento y Cambio

 COVID-19, Reconocimiento y Cambio



Al iniciar el año 2020, no esperábamos la llegada y el avance de un virus microscópico que como viento huracanado se iba llevar parte de nuestros sueños, anhelos, planes, economías y vidas; prácticamente ha puesto de rodillas al mundo, cambiando por completo la dinámica de nuestra existencia.

Aquí no ha valido la hegemonía o inferioridad de una nación; ni el número de armas nucleares que posea, ni geopolítica o fronteras, ni quién exhiba los mayores o bajos niveles de crecimiento económico, si eres pobre o rico, ni el color de la piel, edad o credo; simplemente llegó sin discriminación alguna, ni privilegio o exclusividad en particular, lo que si cabe destacar es que el covid-19 se aprovechó de las distintas vulnerabilidades de la sin razón humana, del individualismo, de las actitudes hedonistas y de las malas decisiones.

Se puede colegir, aunque esto pueda sonar no agradable y complicado para nuestros sensibles oídos, que llegó para darnos una lección cuyos resultados lamentablemente son irreparables y dolorosos. Pero no podemos dejarnos empantanar en las angustias e incertidumbres; más bien es propicio ante tales circunstancias el relanzarnos, recogiendo los pedazos dejados por esta secuela y comenzar a reconstruir.

Esta acción se debe concebir como una oportunidad de rescatar y apreciar en lo adelante, todo lo bello de la dimensión del ser humano; sustituyendo así, todas aquellas posturas que desprecian la dignidad de la persona, por todos esos detalles que le dan sentido a la vida.

Ahora el gran reto que tenemos es saber si estamos dispuestos a cambiar y construir un mundo nuevo más solidario, humano y justo, luego de haber experimentado este amargo y dramático trance.  Por lo que cabría preguntarnos ¿Qué nos corresponde hacer? ¿Qué debemos cambiar? ¿Y por dónde empezar?

Necesariamente debemos caminar hacia un cambio de paradigma, en donde el valor de la persona y la seguridad humana no quede en imaginaciones, en retóricas huecas o en documentos elaborados por burócratas en cuartos fríos cargados de buenas intenciones.

Es que para construir un nuevo paradigma se debe partir desde la óptica del reconocimiento de la realidad, sus problemas y soluciones. Asimilando pues, en primer orden que nos encontramos ante una pronunciada crisis con sus implicaciones; entendiendo a la vez, con valiente sinceridad que nos equivocamos al minimizar el impacto de este virus, por considerarlo muy a la ligera de fácil manejo y de poca duración. Se creyó al principio tener al toro agarrado por los cuernos, cosa tan incierta, porque hemos sido testigos y víctimas de las consecuencias tan profundas que ha ocasionado el mismo en todo el orden; evidenciando por demás, que no estábamos preparados, por lo que la improvisación y la irreverencia se tradujo en fatalidades.

Este reconocimiento que animamos a realizar no solamente debe supeditarse o aplicarse a las élites políticas; es un acto que nos implica a todos sin excepción desde sus diferentes ambientes y roles como entes sociales. En otras palabras, debe empezar primero por ti, sin imbuirse en pretextos que ni a ti mismo te convencen; ni mucho menos llenarte de miedo por un vivir más allá del horizonte de las pruebas, haciéndote perder la paz; y tampoco anidarse en el pasado sin darte la más mínima oportunidad de poder superar, levantarte y conquistar la utopía o el prejuicio de lo imposible.

Es que antes de pasar todo esto, nuestra cotidianidad giraba en una atmósfera de prisa e indiferencia, en donde se resaltaba lo banal por encima de lo verdaderamente esencial; vivir lo superficial diluía por completo valorar y dedicar tiempo a aquellas cosas que le dan color y contenidos a la vida; parecía que la concentración se dedicaba más en amueblar o poner a brillar el exterior por encima del embellecimiento de la casa interior.

Además, es interesante observar de manera holística que, a pesar de tantos esquemas o esfuerzos de integración, organismos internacionales creados, acuerdos multilaterales, tratados, convenios, etc., el COVID-19 nos encontró dispersos; asimismo reveló las notorias e inhumanas desigualdades, y puso en el relieve la incapacidad de unirnos como planeta tierra para hacerle frente de forma coordinada.

Analizado todo lo anterior, nos debe movilizar a tratar de no seguir repitiendo los errores con que nos desenvolvíamos en el pasado. ¡Es tiempo de tomar buenas decisiones! ¡Es tiempo de cambiar! Como muy bien lo expresaba Winston Churchill, cuando decía: ¨Mejorar es cambiar; así que para ser perfecto hay que haber cambiado a menudo ̈.

Estamos conscientes que vendrán otras epidemias o cosas parecidas, no podemos evitarlo; pero sí podemos estar bien preparados y articulados para gestionar mucho mejor los riesgos; antes que pretender como primera mirada ser efectivos gestionando los desastres. De ahí es que todas las políticas a planificar y ejecutar deben estar dirigidas en fortalecer y priorizar sistemas más eficaces y eficientes de prevención con un enfoque integral a la seguridad de la dignidad humana; y algo muy importante tener en consideración de que los mismos sean sostenibles.

 Finalizo esta reflexión sin dejar de sentir el beneplácito de esperanza que trae la vacuna, aunque sostengo que: ¨No podemos seguir comportándonos del modo en que lo hacíamos antes de este virus¨.  Por lo que, de igual manera creo conveniente inmunizarnos del ¨olvido voluntario¨ o de la ¨falta de memoria histórica¨, para evitar así no tropezar otra vez con la misma piedra.  Ya que “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. (Autor discutido) 

 

Ángel Gomera 

lunes, 23 de noviembre de 2020

¡Cristo cuenta contigo y yo con su gracia!

¡Cristo cuenta contigo y yo con su gracia!

Esta dulce e impactante expresión trae consigo recuerdos imborrables, que cobran vida en cada uno de los instantes de una historia que se construye día a día en los diferentes ambientes terrenales en que nos toca vivir. Es allí, donde se entrecruzan las diversas realidades de la vida con sus problemas, pero sobre todo con sus esperanzas; y es, en estos tipos de mareas cotidianas, altas y bajas, fuertes y suaves, que encontramos el verdadero sentido de la vida y cuya meta final es alcanzar el Cielo.

¿Por qué la frase Cristo cuenta contigo y yo con su gracia, se hace eco en mi existencia?

 Obedece a que un largo fin de semana de tres días en el mes de junio del 2007, me sumergí en una hermosa y placentera aventura, con la realización del cursillo no. 749, en Casa San Pablo; claro, al principio no sabía ni tenía la menor idea de que iba ser tan maravillosa; ya que, al momento de llegar a dicho lugar, mi corazón caminaba distante al ideal; y esto es así, porque si en ese momento le hubiesen practicado un ecocardiograma, su diagnóstico o resultado, se habría correspondido a las características de un corazón a punto de detenerse, con pocas pulsaciones, es decir un tronco seco.

Muchas veces sucede que las distracciones, hacen perder la objetividad de lo verdaderamente humano; de aquellas cosas a las que siempre hay que darle prioridad, si verdaderamente te importan.

Por lo que, en ese intervalo de tiempo, sentía que andaba en un desierto marcado por la brújula de la desorientación, sin divisar a lo lejos, ningún oasis que pudiera saciar la sed de tantas inquietudes que urgían de respuestas claves y necesarias para armar el ensamblaje que mi vida requería.

Fue entonces que sucedió un acontecimiento único ante mis ojos, que hizo cambiar todo el panorama gris que anterior describí; resultó que Jesús salió a mi encuentro, vestido con una túnica resplandeciente de misericordia, me abrazó con ternura y me reafirmó todo su amor pleno; y luego entonces susurró en mis oídos, unas palabras que me dio seguridad y paz en medio de las tormentas en que me hallaba: ¨tú cuentas con mi gracia¨. Me dijo todo aquello que se coló por las hendijas de mi corazón, llamándome a la vez, por mi nombre, sin detenerse en mis miserias y limitaciones, más bien respetando en cada momento mi libertad, como todo un hidalgo caballero; es que como bien expresa San Agustín: "El Dios que te creó sin pedirte permiso, no te salva si no le das permiso". Y entonces, inmediatamente le abrí de par en par la puerta de mi casa interior, consintiendo y reconociendo libremente que necesitaba la ayuda de Dios para encaminar mi vida sujetada a la dirección y guía que viene de ÉL.  En aquel momento, se cayeron las escamas que nubla todo entendimiento, y comprendí con claridad que Jesús, ¨mi Hermano Mayor¨, me quiere a pesar de todas mis resistencias, y su finalidad mayor es brindarme la felicidad eterna, que es llegar a la meta: el Reino de los Cielos.

Aun no me he referido que había sucedido con ese corazón que había llegado parecido a un tronco seco; pues les cuento que Cristo hizo retoñar con la fuerza de su amor, una rama (esa soy yo) tan verde como el color de la esperanza, con efectos tan significativos y restauradores para mi familia; cumpliéndose así, aquella frase de transformar personas para transformar ambientes. Frase ésta, sustentada en San Juan 15, 16, cuando indica que: ¨Ustedes no me escogieron a mí. Soy yo quien los escogí a ustedes y los he puesto para que vayan y produzcan fruto, y ese fruto permanezca¨.

Luego de ese fin de semana, salí resuelto a transmitir en los diferentes ambientes en los que me desenvuelvo, lo que el Señor había hecho conmigo en ese monte de Tabor. Fue allí donde recibí un regalo maravilloso, un don gratuito, que no es para callarlo, ni dejar que se convierta en fiambre; es para anunciarlo por todos los rincones y vivir mi cuarto día, procurando siempre que mis lepras espirituales vayan desapareciendo, mientras avanzo y persevero en el camino de la fe.

Por lo que este caminar, es una ultreya, que se pone de manifiesto en ir cada día más allá, siempre más allá, hasta llegar a la presencia del Padre. Es allí donde escucharé junto a mis racimos, las siguientes palabras: “Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo¨. Y entonces daré las gracias infinitas por contar con su gracia, la que me sostuvo, me sostiene y me sostendrá para toda la vida.

¡Cristo sigue contando contigo y conmigo, y nosotros con la misericordia de su gracia!

Ángel Gomera


martes, 20 de octubre de 2020

Celebrando 15 años de aquel día

Aquel Día


Todos tenemos en la vida momentos únicos, especiales e inmensamente llenos de tan gratos recuerdos que el rememorarse es como volver a vivir. Son aquellos episodios que siempre se deslumbran en el alba del valle de la reminiscencia placentera. Son aquellos instantes que hacen de cualquier otoño una eterna primavera, en donde cada hoja al caer se convierte en pétalos, que cubren el camino de la vida con la alfombra de las ilusiones. Son aquellas ocasiones que siempre traen suspiros imperecederos. Por eso cuando en el tren de la vida nos corresponde vivir día cómo lo antes expuesto; lo celebramos y disfrutamos con tanta plenitud que regocija cada rincón del alma.

En el contexto de este sentir, pongo de manifiesto lo que en mi vida aconteció un 20 de octubre:

Aquel día hace quince (15) años, amaneció con cierto toque de magnificencia; increíblemente el sol estaba vestido con un esmoquin resplandeciente; las aves entonaban trinos de amor y danzaban con saltos sincronizados de rama en rama, dándole un toque de estelaridad a esa mañana; en el amplio cielo se divisaban las nubes que agarradas de las manos formaban la figura de un enorme corazón; pero a pesar de todas esas manifestaciones de connivencia de la creación, no puedo dejar de reconocer, que brisas ligeras de nervios abatían con cierta sutileza de ansiedad mi quietud. Por un lado, me sudaban las manos, me temblaban las piernas, mis pulsaciones parecían el repicar de tambores en medio del silencio, la casa en donde me encontraba se convirtió en una pista de atletismo, caminando de aquí para allá y allá para acá, pero mientras eso ocurría se agiganta la beatitud en el horizonte de mi existir.

Y así como avanzaba el día, para llegar al momento pautado y esperado, mi ser estaba siendo invadido por maripositas invisibles con una multiplicidad asombrosa de colores de alegría y felicidad. Entonces llegó la hora, en donde el mismo Dios, con una vestidura de luz, nos recibía en el altar con una sonrisa tan universal, acogedora y tan llena de complicidad, y lo más hermoso fue verlo aplaudir con tanta emoción divina, porque ante su presencia estábamos dos seres que fruto de su infinito amor y misericordia habíamos decidido unir nuestras vidas para toda la vida sujeto a su bendición y designio. Fue ese 20 de octubre que Dios me otorgó el más bello de los regalos, una rosa de belleza inigualable con dulce aroma de dicha, bienaventuranza y amor: ROSALIS.

Tú has sido y serás la decisión más acertada de mi vida; eres música que envuelve mi alma; eres la poesía de mis anhelos, eres las olas que bañan las playas de mi eterno amor, eres la danza que baila mi corazón; eres la única canción más sonada en la emisora de mi ser; eres ternura, razón y felicidad, eres mi complemento y mi bendición.

Celebrando estos 15 años, elevo mi gratitud perpetua al compás de oraciones y alabanzas a nuestro Dios Padre Celestial, por coronarme con tan hermosa musa que inspira mi caminar. Aprovecho con su gracia santa renovar esta unión para que nunca le falte el vino milagroso de las bodas en Caná de Galilea y que permanezcamos más allá de los desafíos y retos de la vida: Juntos y muy felices.

¡Feliz Aniversario de unión matrimonial!

¡Te amo y te amaré por siempre!

Tu Ángel Gomera

20 de octubre