sábado, 13 de abril de 2019

Bocinas perturbadoras

Bocinas perturbadoras



Es impresionante observar el crecimiento que ha venido experimentando en los últimos tiempos, la ciudad de Santo Domingo; esto es así, por el incremento desproporcionado de poblaciones vulnerables en las periferias, las edificaciones cada día son más altas en la parte central, concediéndole a la ciudad un toque moderno de metrópolis, a esto se suma el aumento de plazas y comercios con una gama de productos y servicios varios; también se hace notorio ver y vivir el gran congestionamiento, ya sin horas pico, en sus calles y avenidas por la movilización continua y voluminosa de vehículos y peatones.
Asimismo, con ese crecimiento dinámico y pujante, también se reproduce en nuestras calles y avenidas, un vacío de cortesía y respeto entre unos y otros, fruto de una prisa sin humanidad, que lacera de manera pasmosa el buen vivir que debe primar en el seno de toda sociedad.
De lo anterior, podemos destacar el uso indebido, extremo e inconsciente que se le está dando al claxon o bocina de los vehículos, instrumento éste que, en vez de procurar evitar, con un uso adecuado, preventivo y racionar, las ocurrencias de accidentes, se ha convertido en un arma o dispositivo de violencia que atenta de manera directa contra la salud pública. Y es que según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que "la contaminación acústica de las grandes ciudades es la segunda causa de enfermedad por motivos medioambientales, por detrás de la polución atmosférica". Este levantamiento o estudio nos revela que el ruido de vehículos puede provocar desde insomnio hasta ataques del corazón, pasando por problemas de aprendizaje, la enfermedad del Zumbido o acúfeno, síntoma éste, asociado a varias formas de pérdida auditiva. El mismo puede ser causado por exposición prolongada a sonidos por encima del volumen límite para la salud humana: 65 decibeles, trayendo como consecuencia, además de daños permanente en la audición, otros problemas que afectan el bienestar físico y mental.
Y es que en nuestro país por todo se toca bocina del vehículo, cabe mencionar por ejemplo: para señalar que ya llegamos a un lugar o a la casa, al momento de saludar a un vecino, como medio de justificación  para mostrar irritación por la luz roja de un semáforo, si cambio a verde para que los vehículos que están delante arranquen como un cohete, en un tapón para que a los vehículos que están delante les nazcan alas, salgan volando y dejen camino libre a el inmenso ¨yo¨ apuro, a los policías del tránsito para que den paso, ya que me hacen perder el tiempo, en un parqueo queriendo vaporizar al otro; incluso para lanzar piropos a una fémina, celebrar el triunfo de tu equipo de béisbol, en una caravana política o como recurso para justificar la impuntualidad ante un compromiso o cita, entre otros ejemplos.
A todo esto, se suma el toque de bocina inclemente sin importar el encontrarse cercano un centro hospitalario, educativo, asilo, residencial o zona restringida. En flagrante violación a la Ley 63-17 sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, en su artículo 227, el cual establece que “los conductores que circulen en zonas urbanas no harán uso de la bocina. Sin embargo, deberán dar aviso audible con la misma en las zonas rurales provistas de lugares con poca visibilidad o cuando las características de las vías públicas y las circunstancias del tránsito lo ameriten para alertar sobre su presencia y garantizar la seguridad vial. Todo conductor que viole esta disposición será sancionado con el pago de una multa equivalente a un (1) salario mínimo del que impere en el sector público centralizado y la reducción de los puntos en la licencia que determine el reglamento de puntos¨. Agrega además este artículo en su único Párrafo que:  El uso de bocina en la zona urbana será únicamente permitido cuando dicha alerta sea indispensable para evitar un accidente.
Ahora bien, entendemos que además de la aplicación efectiva de la normativa jurídica existente, se hace necesario trabajar en la ciudadanía un cambio de mentalidad, a través de una profunda educación cívica y vial, que posibilite el alcance de herramientas y mecanismos, que generen una conciencia responsable en el proceder de la ciudadanía en general.
No podemos obviar que el cambio es una constante en la existencia del ser humano, y el mismo implica romper con hábitos que no necesariamente son correctos. Cada día exteriorizamos nuestras quejas ante el estado de ruidos que ahoga la ciudad, eso está bien; pero también debemos cuestionarnos que estamos haciendo de manera personal para que las cosas cambien. Y es que Winston Churchill, atinadamente señala que: ¨Mejorar es cambiar; así que para ser perfecto hay que haber cambiado a menudo¨.
Transformar y transformarnos, es el reto para modificar positivamente esos comportamientos inadecuados, y entonces así, incidir en la mejoría de la convivencia y seguridad que tanto anhelamos como sociedad. Un buen uso de la bocina es poner en práctica la prudencia.

Ángel Gomera

martes, 26 de marzo de 2019

Impulsemos los espacios de Diálogo o de Prácticas Restaurativas

Impulsemos los Espacios de diálogo o de prácticas restaurativas

La naturaleza del ser humano es vivir en comunidad, compartiendo espacios con sus semejantes, es en ese sentido que Aristóteles muy bien afirmaba “El ser humano es un ser social”.
Reconocer lo planteado por dicho filósofo griego, es asumir la capacidad y el compromiso que tenemos cada uno de nosotros en lograr el establecimiento de una convivencia pacífica y armoniosa en la sociedad. Esto siempre ha de ser un desafío latente para el estado, ya que la convivencia siempre ha de generar inevitablemente controversias, disputas, divergencias de criterios, intereses discordantes, diferencias, roces y diversas apreciaciones. Y es que, el conflicto es inherente a la sociedad, constituye un aspecto que es consustancial a los seres humanos. Este puede derivar en la actualidad, por  múltiples razones que pueden estar vinculadas al crecimiento demográfico, incremento desproporcionado de poblaciones vulnerables en las grandes ciudades, cultura del consumismo, el auge o avance de las TICs, la capacidad de recursos desde la ilegalidad, aumento del tráfico de servicios y negocios, deficiencia o ausencia de los servicios básicos, el desempleo, la cultura del individualismo, entre otros factores que pueden conllevar  a incrementar los niveles de violencia y conflictividad en los diferentes ámbitos de socialización (vecindad, familia, escuela, laboral, etc.). Todo esto lo podemos observar tristemente, en diferentes acontecimientos o casos lamentables de muertes por un parqueo en condominios, por un leve siniestro vial sin importancia, por echarle la basura a la vecina, discusiones agrias por un ladrido de un perro, rompimiento de relaciones por no saber encauzar como padres, una pelea entre muchachos, agresiones físicas y verbales por no colocar la ficha que quería el frente en un juego de dominó; en fin, por diversas situaciones menores, que debido a una desafiante convivencia, asociada a la cultura del litigio o del pleito, a la falta de mecanismos efectivos para gestión, resolución y transformación de los conflictos, nos encontramos con un panorama de congestionamiento del sistema judicial y penitenciario, más el aumento de desgracias que pudieran haberse evitado mediante la implementación y abordaje de estrategias oportunas, como la que a continuación quiero referirme: Los Espacios de Dialogo o Espacios de Practicas Restaurativas.
Días atrás nos comentaba una señora líder comunitaria de un sector capitalino, en una reunión que participaba con líderes sociales y comunitarios de la parte Norte del Distrito Nacional, en representación del Sistema Nacional de Resolución de Conflictos del Ministerio Publico, acerca de su experiencia de vida, al momento de mudarse en un sector barrial de la ciudad. Nos refería dicha líder que encontró en la vecindad muchos problemas y divisiones por chismes y desacuerdos entre vecinos, que lastimaba con crudeza la armonía y convivencia pacífica que debía reinar en aquel lugar. Es que como bien expresa John Ruskin “De la rivalidad no puede salir nada hermoso y del orgullo nada noble”. Por lo que, ante este ambiente tan pesado, de mal vivir y de cero dialogo, se inventó de manera genial y resolutiva, los miércoles una tarde de té con solo la presencia de mujeres, con un solo punto en la agenda: hablar de todo y compartir. Los primeros encuentros se caracterizaron con una débil convocatoria, solo algunas asistían; pero su perseverancia y su vocación hizo posible en los sucesivos días, el concretizar su sueño de lograr tener una considerable presencia de las vecinas, dejando atrás esos resentimientos, diferencias e intereses que les dividían, rompiendo los muros entre estas, y edificando puentes de entendimiento, tolerancia y reconciliación,  por lo que esta dinámica integradora y participativa posibilitó restaurar las relaciones, sin tener que esperar soluciones mágicas desde ninguna dependencia estatal. Este proceso también arrastró por curiosidad a los hombres quienes se integraron junto a sus esposas, convirtiendo dicho espacio en un ambiente comunitario de diálogo, en donde se compartían y exponían sus conflictos, logrando un acercamiento de posturas, escuchándose unos y otros, analizando entre ellos las diversas realidades, dentro de un equilibrio de poder y avivando con una creatividad asombrosa la recuperación o restauración de la confianza, partiendo de un ejercicio voluntario y responsable ante sus hechos. Y es que debemos apostar por la acción, educando por la paz, con la construcción de un ciudadano mas activo en la búsqueda de la paz, labor que es de todos y de todas.
Finalmente nos relató que luego de haber desarrollado esos esfuerzos, consiguió formar la junta de vecinos en ese sector y una asociación en favor de la comunidad.
Este hecho de vida nos ilustra formidablemente en como se hace posible alcanzar herramientas que nos ayuden a convivir con el que tenemos a nuestro lado. También nos anima a la consecución de alternativas para resolver y transformar los conflictos y que estos no muten de manera cancerosa en violencia.
Por lo que partiendo de lo anterior, urge en nuestro país, propiciar como políticas públicas, el impulso y el establecimiento de Espacios de Dialogo o Espacios de Practicas Restaurativas en las diferentes comunidades, ya que las mismas son herramientas efectivas y eficaces encaminadas a fortalecer a la comunidad, reforzar los vínculos afectivos y empáticos entre sus miembros mediante la gestión, resolución y transformación  apropiada de los conflictos, de tal manera que la persona que ofende asuma su responsabilidad ante el hecho y el ofendido pueda ser escuchado y sentirse reparado. Aquí se asume el conflicto como una oportunidad para el aprendizaje, a través de una participación en la toma de decisiones y genera personas comprometidas hacia la búsqueda del cambio.
El psicólogo estadounidense Abraham Maslow, dice “Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo”. Es por lo que se hace necesario que la ciudadanía disponga de herramientas mas creativas y accesibles que tiendan a rechazar toda actitud violenta, procurando así, un mundo más justo y humano. Disponer de espacios de prácticas restaurativas para las comunidades, es un faro que ilumina el sendero hacia la paz, la cual anhelamos como seres humanos. ¡Es tiempo de dialogar!
Ángel Gomera 

sábado, 16 de marzo de 2019

Los ríos mueren de sed



Los ríos están muriendo de sed y no tienen cómo comprar una botella de agua, porque “Don Dinero” ha quebrado sus recursos, deforestado sus cauces, ha sacado sus arenas degradándolos salvajemente, ha contaminado  su vientre maternal, lo ha secado con el suape de una ambición vil. 
Ángel Gomera 

martes, 5 de marzo de 2019

Espera de ti


Espera de ti



Este tiempo trae consigo retos y desafíos de alta prioridad en materia de medio ambiente para el mundo en que vivimos; es que el mal uso de los recursos naturales, una ambición sin límites y de cuestionable sensibilidad humana, la ausencia de la consciencia, una sobre explotación de las especies, que ocasiona la pérdida del hábitat y ecosistemas, deterioros progresivos de  bosques y selvas tropicales, la liberación descontrolada de toneladas de dióxido de carbono en nuestra atmósfera, calentando a sobremanera nuestro planeta e incidiendo en el cambio climático; representan problemas profundos que no podemos postergar, ya que amenazan la vida en el planeta. 
Por lo que no podemos obviar las ocurrencias de fenómenos meteorológicos cambiantes e inesperados, el nivel de los mares y océanos están aumentando, generando así, inundaciones catastróficas, periodos de sequías prolongados, el agua dulce está escaseando por la desaparición provocada de ríos y manantiales, lo cual pone en alto riesgo o en jaque mate la producción de alimentos. De ahí es que, si no asumimos compromisos y acciones reales en los actuales momentos, es muy elemental y determinante que en el futuro próximo tendremos en el mundo, consecuencias de impredecibles resultados.
Debido a todo lo anterior es, que la naturaleza solo espera de ti: un cambio de mentalidad que genere plena conciencia de que el buen vivir está estrechamente vinculado a la conservación y protección de todo lo creado.
Espera de ti que le extienda una ramita de paz al planeta, para que detengamos esta guerra sin sentido, que nos lleva al abismo de destruir nuestra propia existencia.
Espera de ti un beso de amor en la agrietada frente de la tierra, que sirva de bálsamo sanador ante las heridas doloras que se le ha causado. 
Espera de ti oídos abiertos para que escuchen con atención los gritos de desesperación que emanan del corazón terrenal. 
Espera de ti una lágrima que caiga en los ríos que mueren de sed por la cruel degradación constante a que han sido sometidos.
Espera de ti una gota de sudor que brote de tu frente, por el esfuerzo de sembrar un árbol en las lomas y llanuras sin cabellera verde, fruto de esa deforestación salvaje y sin juicio. 
Espera de ti un detenerse cuando se asoman impulsos de lanzar basuras en lugares inadecuados, poniendo a gritar de dolor el vientre de los mares, océanos, cañadas y ríos por los tantos plásticos que reciben.
Espera de ti un suspiro por la vida de tantos animales amenazados por desaparecer de la faz de la tierra, debido a un exterminio sin respeto a la creación.
Espera de ti poner en práctica el ahorro del agua, ya que en cada gota que se desperdicia, se nos drena la vida que corre por nuestras venas.
Espera de ti el que te conviertas en un mediador ambiental, que procure un abordaje pacifico de los conflictos entre las diferentes actividades económicas del ser humano y el medio ambiente, a través del dialogo, la participación y el respeto por las normas.
En fin espera de ti un compromiso responsable y confiable por tu medio ambiente y recursos naturales. Haz feliz a la tierra y ella te hará feliz. 

Ángel Gomera

sábado, 12 de enero de 2019

Una flor que le cambió




Una flor que le cambió


Aquella mañana de un día cualquiera, el sol mostraba su vestido más esplendoroso, dejando caer una amalgama de rayos de luz que ponían a sonreír  y bailar con suma alegría las flores del jardín en el patio trasero de aquel hogar integrado por una hermosa familia de cinco miembros, es decir tres hijos y sus padres. Ese día el padre jugaba con su hijo de 7 años, el cual correteaba y reía por la grata compañía que le prodigaba su progenitor; pero de repente se le ocurrió a este, interrumpir dicho instante, para llevarle una flor, la cual cultivó de su jardín, a su esposa junto al niño. Ésta sonrojada por ese gesto colectivo de amor, le concedió besos y abrazos a ambos, como señal de gratitud por tan maravillosa sorpresa.
  Después de un tiempo de haber pasado ese detalle tan significativo; una noche en la habitación conyugal dichos esposos estaban discutiendo acaloradamente; las paredes de la casa, se estremecían por el efecto de las palabras emotivas y sin control, que vertía el esposo de sus labios, convertidas éstas, en vientos huracanados e iracundos, ganándole en ruidos a lo que expresaba la esposa. Por lo que traspasados los muros, su hijo pequeño ¡sí! el de 7 años se enteró de lo que ocurría y de inmediato se trasladó al patio de su casa en búsqueda de una flor, cortando la misma; se dirigió con pasos resueltos y seguros a la habitación de sus padres, e interrumpiendo de manera  tierna y valiente aquel momento tempestuoso, se introdujo diciendo: permiso, y depositando dicha flor en las manos de su progenitora, agregó mami, te amo, te quiero…
Este gesto creó una atmósfera de  silencio en donde cualquier mosquito volando causaba ruido; el padre enmudecido ante esa actitud tan gallarda de su hijo más pequeño, decidió no continuar con esos gritos tan irritantes o resquebrajosos, y se calmó.
Transcurridos los días en aquella familia, luego de aquel no grato momento, donde parecía que fruto de las  labores o actividades cotidianas todo andaba bien; volvió a repetirse el enfrascamiento  de una controversia entre la pareja de esposos, esta vez con mayor crudeza verbal y tensión, en donde salían expresiones tan fuertes y severas que producían la  inaudita impresión  de empalidecer la hermosa decoración y el encanto que allí había.
Es que el rugido estruendoso del esposo ahogaba las palabras y el sollozo profuso de la esposa, haciendo tornar de imperceptible la reacción de ésta. Su incontinencia verbal era tal, que se transformaba en lavas volcánicas dañando con paso destructor el respeto mutuo que debe existir en una relación, arrasando con la madurez  y la comunicación efectiva que debe primar en el seno de la familia, marchitando severamente la convivencia sana y armoniosa del hogar y poniendo en riesgos la salud espiritual de sus hijos.
Y entonces ocurrió algo que se pensaba que estaba olvidado, cuando su hijo más pequeño, nuevamente fue a buscar otra flor en el jardín, e introduciéndose en donde se encontraban sus padres,  con cara de preocupación más dos lágrimas negras que brotaban de sus ojos, pidió permiso, y se dirigió con mucha timidez donde su madre, le hizo entrega de la flor, con voz cohibida le dijo: te amo mami y luego la cubrió  con un fuerte abrazo, cual si fuese un escudo de amor.
Al observar el papá esta acción, sentimientos rápidos de culpabilidad se asomaron en su mente y su corazón, se sintió muy avergonzado, pero a la vez  muy orgulloso de su infante; por lo que llorando intensamente se cuestionó en su interior con dureza; y de inmediato decidió responsablemente asumir cambios como esposo y padre.
Lo primero que reflexionó valientemente, fue analizar y cuidar, lo que siembra en sus hijos; que como muy bien expresa el poeta y escritor filosófico ingles James Allen, “el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra”.
Tambien determinó exigirse y esforzarse por ser mejor persona, padre y esposo cada día. Planteándose a si mismo, sacrificar ese “yo” que estaba causando tantos daños en quienes decía amar. Es que sin decisión de cambio ni sacrificio puede haber crecimiento, mejora o progreso.
Luego  pidió perdón a su esposa, prometiendo no volver a repetir esas aptitudes que no las hacían feliz. Entonces se conjugaron en un solo abrazo de reconciliación, sirviendo esta experiencia como aprendizaje y oportunidad de lograr tener una familia sana y un matrimonio feliz. La flor como cómplice y espectadora desde la mesita en que estaba,  sonreí sin parar.
Al pasar el tiempo, fruto de la constancia y esfuerzo, ya cumplieron diecinueve (19) años de casados, y él envuelto en pensamientos tomando una taza de té, recuerda con suma gratitud la flor que le cambió.

Ángel Gomera

martes, 1 de enero de 2019

Feliz Año Nuevo 2019



Suenan las campanas 🔔 del 2019,  y le pedimos al Todopoderoso que cada replique sea una bendición permanente, un sueño que se concretice, un aliento de esperanza, un propósito de vida que se ponga de manifiesto, una felicidad profunda y verdadera, un amor hecho manantial que moje de detalles a quienes te rodeen, una paz firme y duradera, un corazón moldeado de solidaridad y fraternidad, una oración con sentido de comunidad, un 2019 de oportunidades, de familias más sanas, de matrimonios siempre dispuestos a superar las diferencias, de vecindad más armoniosa y pacífica, y de un perdón que libera y reconcilia!
Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo!
Ángel Gomera y Familia

domingo, 25 de noviembre de 2018

25 de Noviembre



Que este 25 de Noviembre, sea propicio con el ejemplo de hacer germinar la semilla de  una cultura de paz en tu hogar! Que eliminemos en nosotros esas actitudes y pensamientos salvajes y perversos que solo causan destrozos y sufrimientos tan amargo como la hiel. Que NO CAIGA UNA MAS, sea el grito de amor que se haga eco en nuestro interior y lo reflejemos a los demás! Que NI UNA MAS, sea un compromiso personal y colectivo de una nación que aboga por la convivencia pacífica y el bienestar de todos! Que el diálogo ocupe los primeros puestos en las estadísticas, como medio o herramienta en la resolución de los conflictos! Por lo que un BASTA responsable como sociedad se hace necesario y urgente, ante esos distintos rostros llorosos de niños y niñas huérfanos mutilados emocionalmente a causa de esa desgracia corrosiva y radiactiva: la violencia! Amar no es dañar ni destruir, es edificar y dar el primer paso para ser feliz al otro u otra; si amamos con transparencia hacemos de nuestras familias huertos de paz! Que Dios nos bendiga y guarde siempre!

Ángel Gomera

domingo, 4 de noviembre de 2018

No te olvides de lo principal

No te olvides de lo principal


Aunque tengas innumerables éxitos en tu vida, no te olvides de lo principal!

A pesar de que estés obteniendo muy buenas cosechas de ganancias en tus negocios, no te olvides de lo principal!

Si el requerimiento de tu trabajo se hace más exigente cada día, no te olvides de lo principal!
Aunque tu vida social sea lo  más “interesante” y “divertida”, no te olvides de lo principal!

A pesar de las actualizaciones y multifunciones que posee tu dispositivo tecnológico, no te olvides de lo principal!

Aún cuando poseas un círculo de amistades que te celebran todo, no te olvides de lo principal!

Por más cargada que tengas tu agenda de  diversos compromisos, no te olvides de lo principal!

No obstante la tristeza te abate, el cansancio amilana tus fuerzas y el sufrimiento corroe tus huesos, no te olvides de lo principal!

Si alcanzaste el puesto anhelado y eres todo una “personalidad”, no te olvides de lo principal!

Si te encuentras abrigado ante las heladas frías de la vida, fruto del confort en que vives, no te olvides de lo principal!

Es que tu y yo  tenemos el más hermoso de los tesoros, con un valor que no conoce número que lo pueda cuantificar: La Familia, don maravilloso y especial de Dios.
Por lo que no permitas que nada ni nadie vulnere la estabilidad y felicidad de tu familia! Valorar la familia es nunca estar solo, es estar en un ambiente de seguridad, protegido en cada suspiro por el amor! Tu familia debe ser lo principal en tu vida, no permitas que las fantasías, las vanidades, el odio, orgullo, el resentimiento, el pasado, la prisa y lo superficial, haga fracasar lo que le da sentido al valor supremo de la vida! Tu familia! #MesdelaFamilia

Ángel Gomera

sábado, 27 de octubre de 2018

Tus siete!!!


Siete notas musicales de felicidad solfea mi corazón al contemplar con profunda devoción de gratitud, el pentagrama de un bello amanecer!
Siete maravillas del mundo, es admirar tu delicada y tierna sonrisa, la cual nos llena de plenitud y gozo!
Siete días de la semana celebramos la vida con tu presencia, llenando de riqueza infinita la bóveda del alma!
Siete dones santos cubren tu corona de princesa! Rosangelis, mi niña hermosa, tu eres de las siete bellas artes, la más esplendorosa y especial rosa de  la vía láctea! Tu creación es un regalo del amor de Dios en nuestras vidas. Por eso celebramos con mucho júbilo tus siete añitos, pidiendo a Dios que te conceda larga vida saludable, que cuide y guíe tus caminos y propósitos de vida! Sabes que te amamos más allá del amor que cabe en el universo! Feliz cumpleaños! Rosangelis Maria!!!

Ángel Gomera

jueves, 18 de octubre de 2018

Levanta tus manos

Levanta tus manos



Levanta tus manos cuando el sol de la vida brille con majestad y esplendor; pero también eleva tus manos cuando el cielo de tu existencia en determinados momentos, esté lleno de nubarrones grises.
Levanta tus manos cuando vientos huracanados de problemas agitan la quietud de tu mente y corazón, imposibilitando conciliar un dulce sueño; pero también levántalas cuando sople brisa suave de paz, esperanza y felicidad.
Levanta tus manos cuando tu cuerpo sonríe ante la salud; pero hazlo también ante la cruz de la enfermedad.
Levanta tus manos cuando llega el periodo de la escasez; pero también levántalas con fortaleza en el tiempo de la abundancia.
Levanta tus manos cuando te sientas orgulloso de aquel logro que tuvo tu hijo; pero también levántalas para comprenderlo y perdonarlo cuando tropezó con aquella piedra que nunca quisiste. 
Levanta tus manos cuando se han perdido las ganas y el empuje para avanzar en aquel propósito que te has planteado; pero recuerda elevar tus manos cuando las fuerzas han sido suficientes para concretizar tus sueños y metas.
Levanta tus manos por el canto del ruiseñor, por ese mar azulado, por ese río caudaloso que calma la sed de un alma sedienta, por ese bosque espeso de árboles que ríe a carcajadas el buen chiste de la lluvia; pero también eleva tus manos ante el cuadro triste de ojos apagados que no pueden percibir la belleza y grandeza de la creación.
 Levanta tus manos por ese buen puesto laboral que lograste, pero de igual manera cuando llegue la sombra negra del desempleo.
Levanta tus manos cuando te sientas aguijoneado por el filo de la traición; pero también álzalas cuando te abracen con sentido de lealtad y sinceridad.
Levanta tus manos por el gran tesoro de tu familia, quienes nunca te abandonan; pero asimismo levántalas, cuando en tierras lejanas, te sientes desconocido y en la soledad por el peso de la distancia. 
En fin, levanta tus manos en las buenas y en las malas, en las alegrías y en las tristezas, en tus éxitos y fracasos, en las victorias y derrotas; pero hazlo siempre con un corazón afianzado en la gratitud y la confianza en Dios Todopoderoso, quien te ama, y nunca te dejara solo, ni permitirá que tus manos bajen vacías.
Ángel Gomera

jueves, 7 de junio de 2018

No te preocupes mami…



No te preocupes mami…


Ligera llovizna envolvía la noche, en aquel lugar en donde el silencio sentado en una mecedora, fumando una pipa con anhelos de paz, luchaba por mantener la calma ante el intenso y apasionado canto coral de distintos grillos, que elevando su cri – cri con tanta frecuencia, pretendían no importunar la noche, ni mucho menos impregnar aires de complicidad, ante el llanto amargo de una mujer, que momentos antes había sido golpeada por su esposo; de ninguna manera eran sus intenciones, sino más bien, querer transformar aquel lúgubre momento.

Días antes, a ese hombre, se le había acercado alguien, a invitarle a una charla que versaba sobre el amor en la familia y el matrimonio; este negándose respondió: para que ir, si él estaba bien. En otro momento cercano a ese triste acontecimiento, también se le había invitado a un taller sobre resolución de conflictos en la familia, cultura de paz en el hogar y manejo de ira, y de igual manera con un ejercicio de soberbia y egocentrismo dijo: ¡que para qué! Si él lo hacía bien, y además que le iban a enseñar.

 Lo lamentable es que él se creía que lo estaba  haciendo tan bien, aunque quizás nunca se imaginó  que su oropel machista era observado muy de cerca por su hijo más pequeño de apenas seis años, quien reaccionando al tratar de consolar a su madre, ésta hecha un río de lágrimas negras y atiborrada de  sufrimientos, a causa de aquel infame que en vez de colmarla de felicidad y amor, marcaba su vida con el dolor y la desesperanza,  le dijo sin timidez ninguna con un vaso de agua en sus manitos: toma mami y no te preocupes que cuando yo sea grande voy a matar a mi papá! Pero ese hombre envuelto en su altivez,  con ínfulas de un ¨todo lo sabe¨, a lo mejor dejándose arrastrar por un pasado amargo e infausto, repetía y repetía que él vive bien, pero dentro de unos años va a tener que defenderse de su propio hijo. Es que tal como bien expresa San Agustín de Hipona: ¨La soberbia no es grandeza, sino hinchazón; y lo que esta hinchado parece grande, pero no está sano¨.

No reconocer la soberbia conlleva a destruir tu propia vida y las de los que te rodean. Por lo que una actitud valiente, inteligente y humilde, es procurar la ayuda oportuna que te direccione al mundo de lo racional.

Cuantas historias así, se están escribiendo en nuestra sociedad día tras días, llenando de vacíos y llagas de grandes dimensiones emocionales a hijos convertidos en victimas por una paternidad irresponsable, y  con la posible amenaza de que repliquen esos patrones, de no ser intervenidos a tiempo con procesos restaurativos. Esto se convierte en un desafío apremiante de todos y todas, por lo que es deber involucrarnos de la mano con políticas públicas definidas, integrales y permanentes en el ámbito familiar.

Ahora bien, para que los diseños de esas políticas tengan resultados efectivos y eficaces, debemos como ciudadanos de manera particular, asumir el compromiso ineludible ante el estado y la familia, de ser garantes de una educación en valores partiendo de su vivo ejemplo, sin nunca olvidarnos que como dijo Sigmund Freud: No creo que haya ninguna necesidad más grande en la niñez que la de la protección de un padre.

De ahí que como progenitores es necesario  cuidar nuestros pasos, si nos desviamos del camino, rectificar a tiempo, si un pasado se interpone, romper la atadura y agarrarse del presente con miras al futuro, siempre estar dispuesto a escuchar para comprender sin validar los pretextos, saber que tengo el poder de influenciar positiva y negativamente en aquellos seres que están pisando mis huellas y recordar que sin tener la capa de Superman siempre podrás ser el héroe que esperan los tuyos. ¡Ama y así no te preocuparas!

Ángel Gomera



martes, 29 de mayo de 2018

A ti madre



A ti madre! Abrigo de mis desconsuelos! Faro que siempre me ha guiado en los mares de la vida al puerto del bien! Heroína de mis naufragios y fans de mis aciertos! Manantial cristalino e inagotable de amor! Tú regazo es un refugio de santidad y felicidad! Te amo madre mía!

lunes, 12 de marzo de 2018

¡Papi! Y lo vas a matar…


¡Papi! Y lo vas a matar…

Sosteniendo una amena y entusiasta conversación con un buen amigo en una mañana cualquiera, con temas diversos de la vida, interesantes por supuesto, en donde la complicidad  de un rico café, con su aroma tan exquisito y cautivante nos hacía compañía agradable por demás; me comentó éste, de una triste e impactante experiencia que vivió en unas de las calles o avenidas de la ciudad; nos relataba el mismo que, conduciendo su vehículo tuvo una leve colisión o siniestro vial sin importancia con otro vehículo, en donde el otro conductor se desmontó inmediatamente a observar la magnitud de lo sucedido, y él lo que atinó fue a tomar su arma de fuego y manipularla; sumergida su actitud en una nube grisácea de arrebato emocional sin discernimiento, dispuesto a una pelea o confrontación de la que no podía perder; pero entonces algo inesperado aconteció y fue el surgimiento de una voz tierna e ingenua que desde el asiento de atrás del vehículo, exclamó unas palabras milagrosas y oportunas para aquel momento que avizoraba un ambiente de fracaso mayúsculo, cuando dijo aquella niña que le acompañaba, su hija de seis años: ¡Papi! Y tú lo vas a matar…
Luego de haber escuchado esas frasecitas tan cortas o simples, pero tan contundentes y de un enorme peso de mediación, que le hizo conmover y estremecer los cimientos del corazón; aquel hombre volviendo en sí, mirando las pupilas dilatadas por la impresión repentina, pero con la autoridad decidida de un fulguroso brillo de paz que emanaban de los ojos de su hija, muy avergonzado por el mal ejemplo de su actuación, puso en marcha el  serenar aquellos vientos tempestuosos y violentos que se abatían en su mente, procediendo  a sacar la bala de la recámara, guardó ese instrumento de muerte y muy acongojado tomó una soberana decisión que aún permanece en su vida actual, y es jamás volver a portar un arma de fuego, pero sobre todo  trabajarse a sí mismo, para evitar repetir episodios  amargos como el vivido.
Si observamos nuestro diario vivir, este tipo de comportamiento, se ha convertido en epidémico con réplica profunda y preocupante en el tejido de nuestra sociedad, y es que historia como ésta,  ocurren con mucha frecuencia, pero con la triste diferencia de finales trágicos muy lamentables, fruto del irracional uso de la violencia no importando su tipo, en donde en muchas ocasiones no se dejan guiar de su voz interior, ni de alguien que les haga recapacitar a tiempo ante el encendido de esa mecha corta tan explosiva, que solo desenfoca la brújula de la vida y nos coloca como país  en el feo sitial de las estadísticas negras.
El síndrome de la prisa, el cual nos convierte en seres indiferentes y en la mayoría de las ocasiones  transgresores del orden, sumada a la conducta reaccionaria y hostil de actuar como caballo desbocado, nos conduce a la toma de decisiones apresuradas y riesgosas, muy distantes del respeto al valor supremo de la vida, el cual no puede ser vulnerado nunca y mucho menos por situaciones menores que pueden ser resueltas mediante el dialogo o un efectivo abordaje de la mediación de conflictos; por lo que es tiempo de dejar atrás las emociones sin sentido que solo conducen al abismo, recuerda que la vida está llena de conflictos, pero lo que realmente nos afecta no es lo que nos sucede, sino como reaccionamos ante lo sucedido.

Ángel Gomera

martes, 6 de febrero de 2018

Si hay tapón


Si hay tapón


En una conversación informal entre conocidos hablando sobre el tema de la familia, nos comentaba una pareja de esposos acerca de una pregunta que se les hizo a un grupo de alumnos de un colegio establecido en la capital, sobre el tiempo que les dedican sus padres como hijos; prácticamente la mayoría contestaron sobre la escasez del mismo que estos les dispensan, pero hubo un estudiante que respondió con cierta ironía, con aires de protesta y desgano, llamando  poderosamente la atención diciendo, que sus papas le dedican ¨quince (15) minutos y si hay tapón¨. Esta respuesta a pesar de estar revestida de un toque de humor, trae consigo un mensaje que urge de una profunda reflexión y  es un gran desafío para el ejercicio de la paternidad en la sociedad dominicana de hoy.
Estamos conscientes de lo acelerado que resulta vivir en estos tiempos, en donde las exigencias laborales son complejas y muy competitivas, es decir las obligaciones y ajetreos de los padres son muchas y absorbentes, hasta el punto que generan ciertos grados de insatisfacción e incertidumbre en los hijos; exponiendo ante los demas los solos que se sienten, como extrañan el poder estar con sus progenitores, conversar con ellos, el que estos les puedan ayudar o colaborar con sus tareas, verlos en las reuniones del colegio o escuela, recrearse o divertirse juntos; y estas ausencias generan en su interior vacíos de afectos que impactan en su desarrollo y crecimiento emocional, intelectual y espiritual, que pueden traer como consecuencias trastornos o fenómenos psicológicos, predecibles e impredecibles en el futuro; dicho lo anterior es que animamos el  brindarnos una mirada al respecto, que nos permita optimizar el tiempo que les estamos brindando a ellos, posibilitando asi una buena crianza plena y saludable.
De ahí es que se hace sumamente importante, organizarnos para equilibrar, acompañar y compartir con nuestros hijos; ya que esto, facilita y contribuye el conocerse mejor unos y otros, enriquece la comunicación, disminuye o evita las posibilidades de que extraños con malas intenciones puedan influenciar o tener control en ellos, además de que se fortalece la confianza con sus progenitores y estos sentirán su protección. Tambien se consolidaran los vínculos de amor, exponiendo con detalles tiernos y afectivos, la puesta en marcha de gestos, palabras edificantes y atenciones que blindaran ante los vacíos y dilemas de la vida, el corazón de nuestros hijos.
Sabemos que siempre será una preocupación mayúscula proveerle de la seguridad material, colmar las necesidades básicas, y  por eso nos enfocamos o basamos todos nuestros esfuerzos en amueblar el exterior de sus vidas, llenándolos o queriéndolos cubrir de comodidades, olvidándonos asi,  de que la prioridad o necesidad elemental es amueblar el corazón y la mente de ellos, asumiendo con plenitud y responsabilidad el rol  de ser padre.
Procurar la realización de nuestros hijos, siempre serán propósitos y sueños, por eso queremos y propugnamos por ser exitosos, muchas veces entrando en guerra contra el reloj, queriendo ser vencedores ante los molinos del tiempo, perdiendo de vista la verdadera razón o motivo por la que libramos nuestras luchas; es por eso que es oportuno reflexionar para no olvidar que: El éxito en tu vida no justifique el fracaso de tu familia.

Ángel Gomera

lunes, 8 de enero de 2018

Termómetro familiar


Termómetro familiar




Hace unos días atrás nos comentó una amiga a varios que nos encontrábamos reunidos como matrimonios, el resultado de una pregunta que le realizo a 41 estudiantes en la escuela donde labora. La pregunta a responder se trataba acerca de la opinión que ellos tenían sobre su familia, es decir como veían a sus padres o tutores con la que ellos convivían; y las respuestas de 40 de ellos  fueron diversas, preocupantes y de alertas a la sociedad, ya que desnudaron el interior de sus familias exponiendo con un lenguaje fuerte, llano y claro, las realidades muy crudas por las que están pasando o viviendo, fruto de la ausencia o el trato de algunos de sus padres o tutores, vacíos por la falta de afectividad y tiempo, maltratos, muestras de odios y resentimientos, rebeldías acumuladas por el estado de violencia de su hogar, agresiones y abusos, entre otras expresiones en donde se reflejaba el rostro triste del dolor. Solo un (1) estudiante hablo de manera favorable de su ambiente familiar, vale decir de sus padres.

Esta muestra constituye un termómetro de la descomposición o crisis que está padeciendo la familia, como célula fundamental de la sociedad. Sabemos que esto que estamos planteando, se ha venido discutiendo, hay muchos escritos al respecto, pero el problema no es solamente hablarlo o escribirlo, va más allá; de lo que se trata es de tomar acciones muy concretas en todo el orden y de manera integral, para que ese deterioro no profundice en un problema mayor llamado: la deshumanización.

Ahora cabe preguntarnos ¿por dónde empezar? Y la contesta es muy simple por ti, por mí, por nosotros, asumiendo cada uno el compromiso individual, colectivo y transformador del cambio. Es que para construir mejores sociedades, es necesario la construcción de mejores personas. Y esas personas que requiere la sociedad, que procura el cambio, emanan y se forman en el seno de una familia.

Por lo que, ese cambio para lograrlo es deber en cada de uno de nosotros, el propiciar un ejercicio sincero de reconocimiento interior, que nos lleve a identificar aquellas cosas que dentro de sí deben ser restauradas, porque para transformar se debe partir de su vivo ejemplo.

Logrado esto con esfuerzo y perseverancia, entonces nos lanzamos decididamente a la misión expresa de trabajar el interior de la familia, empezando a conquistar el perdón en aquellos miembros o integrantes que hemos lastimado con nuestras actitudes, posturas, descuidos, expresiones o palabras hirientes.

Para alcanzar ese perdón y reconciliación, es necesario una actitud valiente y humilde de dar el primer paso para hacer feliz a los demás; para esto debemos convertirnos en sembradores de las semillas del amor, siendo cuidadosos y prudentes con nuestros actos, gestos, sonrisas, miradas, palabras, escucha, atención, en fin con todos los detalles posibles que hagan de la familia un hermoso y reluciente jardín. 

De manera que, es importante al finalizar este mensaje que reflexionemos juntos, haciendo uso del termómetro familiar lo siguiente: ¿Que piensa o qué opinión tiene tu familia de ti?


Ángel Gomera

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Un trozo para meditar!



Este tiempo de navidad nos invita a reflexionar: Si estamos siendo la mejor persona que queremos ser! Es que esta vida puede cambiar en un instante! Y es muy posible que por nuestros egos y soberbias estemos perdiendo tiempo  en cosas que verdaderamente no nos hacen felices; y lo más grave es que,   dejamos de darle importancia a lo debería ser algo o alguien muy significativo para nuestra vida, y entonces nos llega la muerte y es tarde para enmendar! Así pues, que aprovecha cada instante de tu vida, siendo siempre una mejor persona: Que ama, comunica, es cortes, sonríe y sobre todo lleva la felicidad a los demás dando el primer paso!

Ángel Gomera

martes, 5 de diciembre de 2017

Trozos para reflexionar





Trozos para reflexionar




  • Celebremos las navidades sin armas de fuego en la cintura! Sin excesos en el volante que traigan fatalidades! Sin pensamientos retorcidos que cobijados en el alcohol, te induzcan a cometer acciones nefastas! Sin palabras groseras que produzcan arrugas y heridas a otras personas! Celebremos las navidades respetando a plenitud el valor de la vida! La violencia nos distancia de lo humano!



  • Tu sonrisa es un sol que cubre de luz, los nubarrones oscuros que empañan la vida de otra persona!



  • La Navidad es Jesús!!! Hagamos de nuestros hogares, pesebres acogedores que manifiesten el amor, la paz y el verdadero sentido de familia en unidad y solidaridad! Celebremos, pero no te olvides de lo principal!

  • Por favor El que ama no daña, ni lastima y ni mucho menos destruye! El que ama edifica, conquista con detalles, protege, sus acciones produce alegrías y su familia se convierte en un verdadero huerto de valores!



  • Educar es enseñar a vivir la vida en cada una de sus etapas! Padres, seamos luces para nuestros hijos! Tu ejemplo educa! Transforma! Y anuncia esperanza!

  • La violencia no puede formar parte de tu relación de pareja!

  • Sin perdón no hay familia!! Dejar que el resentimiento se convierta en lo que predomina en el seno del hogar, destruye y divide! Haz espacio a la reconciliación! Y verás grandes transformaciones positivas en tu familia!

  • Utilicemos la herramienta del diálogo en la resolución de conflictos! El diálogo derrumba muros y prejuicios!

  • Yo no celebro la oscuridad ni las sombras! Yo celebro la luz! No curioseamos con el mal!