Se viste de gala y esplendor este 26 de agosto; fiestas se realizan por doquier en todo el universo, por ser el cumpleaños de un ser divino, tierno, extraordinario, que nunca se deja ganar en un amor sin límites, que sana con su sonrisa, mi MADRE.
A Dios le pido que le santifique todos los días de su vida, me le conceda salud y larga vida. Y que nos permita como familia y cómo hijo de prodigarle en cada instante, sin la mínima fisura, de un amor que la haga más feliz y que juntos cosechemos todas las promesas que vienen del Altísimo.
Sabes madre mía, que te amo inmensamente y con devoción que hasta me quedo corto.
Feliz cumpleaños, madre adorada y amada.
Tú hijo
Ángel Gomera
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