domingo, 31 de agosto de 2025

Felicidades, mi vieja amada por Ángel Gomera

 Hoy fluctúa mi corazón entre alegria y felicidad sublime; entre destellos de dulce primavera y el frescor de un árbol frondoso del Edén; entre la gratitud eterna y el gozo de un alma bañada por un manantial puro y cristalino; y es que hoy 26 de agosto es el cumpleaños de mi heroína, mi vieja amada y el universo se viste de fiesta. Doy gracias a Dios por dignarme salir de ese vientre bendito rodeado del líquido amniótico de la bondad y el amor fecundo. 

Le pido a Dios que continúe santificando a mi madre hermosa todos los días de su existencia, que le conceda salud vigorosa y larga vida. Y que como hijo me permita honrarla en cada espacio de tiempo, suspiro, métrica, pulso y compas del pentagrama de mi vivir agradecido. 

Que me permita seguir cuidándola, amándola, respetándola y venerándola con todas las fuerzas que proviene del Espíritu Santo. Mi vieja, mi madre, mi heroina: te amo siempre más allá y hasta el infinito. Eres un regalo excelso de Dios. Feliz cumpleaños. 


Tu hijo

viernes, 29 de agosto de 2025

No te olvides de lo principal, por Angel Gomera

 No te olvides de lo principal

La sociedad de hoy experimenta transformaciones significativas generadas por la interacción dinámica de fuerzas políticas, sociales y económicas en constante movimiento. Estas evoluciones son sistémicas y no lineales, pueden incidir o afectar la forma en que pensamos, vivimos, trabajamos y nos relacionamos; es decir impactan en todos los aspectos de la vida humana; caracterizándose estos cambios por ser en múltiples ocasiones impredecibles y complejos.

Se observa a modo de preocupación como la afanosa búsqueda de poder y tener, la hegemonía de la información, la pérdida de la sensibilidad social por la prisa tipo robots, la galopante revolución tecnológica enmarcada en un individualismo sin humanidad, la falta de compromiso y responsabilidad ante el deber ser, crisis en las parejas, el desempleo, la cultura de la inmediatez, del desecho y del engaño, el hedonismo, la pornografía, el vicio y la violencia; inciden en la vida de las personas de manera profunda, afectando muchas veces la dignidad, el bienestar y la calidad de vida en general.

Además de lo anterior, se puede agregar como preocupante, la imposición totalitaria de cuestionables modelos de vida o ideologías, la pretensión de imponer la educación que deberán recibir nuestros hijos e hijas; junto con la desconcertante permisividad de pretender normalizar ciertas ¨acciones o comportamientos¨ a través de legalizaciones parlamentarias consideradas impropias y lejos de la lógica; generando todo esto, tensiones y fraccionamiento en el ámbito de la socialización.

Este cóctel de realidades expuestas se convierte en la mayoría de los casos en amenazas corrosivas y peligros reales que ciernen sobre el seno familiar; por lo que se hace necesario poner en marcha acciones preventivas orientadas a minimizar el influjo de esos factores de riesgo y potenciar la influencia de agentes o componentes de protección del entorno de las familias frente a esas determinadas situaciones problemáticas.

Por lo tanto, para poder brindar verdaderamente la protección es necesario mantener el enfoque en lo verdaderamente valioso. Esta idea es sumamente importante, ya que nos cuesta advertir que muchas veces descuidamos lo más grande que tenemos: nuestra familia; por otras cosas o afanes insulsos que absorben o distraen y que al final de cuenta hacen olvidar lo principal, que es lo que da el real sentido a la vida.

Por lo que, aunque tengas innumerables éxitos en tu vida, no te olvides de lo principal. A pesar de que estés obteniendo muy buenas cosechas de ganancias en tus negocios, no te olvides de lo principal. Si el requerimiento de tu trabajo se hace más exigente cada día, no te olvides de lo principal. Aunque tu vida social sea lo más “interesante” y “divertida”, no te olvides de lo principal.

A pesar de las actualizaciones y multifunciones que posee tu dispositivo tecnológico, no te olvides de lo principal. Aun cuando poseas un círculo de amistades que te celebran todo, no te olvides de lo principal. Por más cargada que tengas tu agenda de diversos compromisos, no te olvides de lo principal.

No obstante, la tristeza te abate, el cansancio amilana tus fuerzas y el sufrimiento corroe tus huesos, no te olvides de lo principal. Si alcanzaste el puesto anhelado y eres todo una “personalidad”, no te olvides de lo principal. Si te encuentras abrigado ante las heladas frías de la vida, fruto del confort en que vives, no te olvides de lo principal.

Es que tú y yo tenemos el más hermoso e inconmensurable de los tesoros, con un valor que no conoce número que lo pueda cuantificar: la familia, invento maravilloso y especial de Dios; Refugio de amor ante las tormentas, que fluctúa entre mareas altas y bajas, alegrías y tristezas, temores y anhelos, vivencias y experiencias; y que nunca dejará de ser el primer latido y faro de esperanza del mundo.

 

Por consiguiente, valorar la familia es nunca estar solo, es estar en un ambiente de seguridad, protegido en cada tiempo y suspiro por un amor fecundo y cálido que envuelve. Es potenciar una socialización sana, a través de un diálogo abierto y sincero. Es evitar dilapidar tontamente el cariño de nuestra pareja o la confianza de nuestros hijos. Es saber pedir y dar perdón; ya que perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que ese prisionero eras tú (Lewis B. Smedes).

 

ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

jueves, 12 de junio de 2025

Trozos que migran del Sahara al Caribe, por Angel Gomera

 


Trozos que migran del Sahara al Caribe 

Se acerca una enorme nube peregrina desde el Sahara, condimentada de polvo, calor y cristales de arena. Viene acompañada de tambores africanos, de rugidos suaves y salvajes, ocasionada por ese viento osado que besó aquellos médanos ardientes, levantando en ese toque pasional una tolvanera de versos y sueños; los cuales fueron capturados in fraganti por un safari aventurero en un oasis tropical desértico. 

Llegó con altivez a la bella Quisqueya flanqueada inexplicablemente por sargazos traviesos; ella pretendiendo cubrir con su manto gris de espanto, el divino encanto del cielo celeste; ellos, los sargazos marinos insistiendo en marchitar con mareas pardas y olores pútridos, el atractivo de esas playas idílicas, de arenas blancas, vistosas, alineadas y cortejadas por palmeras coquetonas.

Al encontrarse el viento del trópico caribeño con aquella espesa nube viajera, estornuda polvo sahariano desde sus fosas invadidas y angustiadas. A su vez intenta extender su canto sostenido hasta el horizonte infinito, pero esa polvareda cenicienta le impide alcanzar notas altas con libertad, fortaleza y espíritu antillano. Insiste en volar con intrepidez e independencia, pero no puede realizarlo como lo hacía días anteriores, porque sus alas están entumecidas por esa calima pirata y conquistadora cargada de minerales volátiles que le aprisiona como si fuese una camisa de fuerza.

Mientras le aconteció esa experiencia al viento; el mar que baña el malecón de Santo Domingo está inquieto, al ver que sus olas añil y espumosa naufragan aparatosamente sin acordes musicales en las amadas costas caribeñas; todo por estar invisibilizadas por un ambiente grisáceo y húmedo en apariencia, fruto de una masa de aire sahariana que arribó sin tener visa de entrada.

Ese mismo mar soñaba que, al venir el alba, se iba a encontrar como aquellos días, con una sonrisa apacible que se descubre en la vastedad del sentimiento, pero su sueño se esfumó con profunda nostalgia al llegar con la brevedad del tiempo el crepúsculo de una historia que no se contó. Realmente hoy sus ojos inmensos y profundos no pudieron contemplar el sol como ayer, por la irritación en sus pupilas vírgenes.

Y volvió a despertar el sol con destellos opacos y somnolientos, embargado por la sudoración excesiva que le genera competir con esa densa polvareda que viene del páramo de un sufrido continente, que cuando grita forja remolino tumultuoso de arenas de dolor y diamantes. Definitivamente, el Sahara se mece en el viento de mis versos escondidos, se agita en mis pensamientos metafóricos con una sensación viva de aridez, calor, miel y oasis. Y provoca que el cielo se torne anubarrado sin ánimo de elección; haciéndonos vivir un espejismo de lluvia.

 

ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

Un día no basta para un ambiente sano

 


Un día no basta para un ambiente sano

Pasó el Día Mundial del Medio Ambiente, el cual como todos los años se celebra cada 5 de junio; y este vino como de costumbre, con una agenda cargada de múltiples actividades institucionales, informativas, educativas, sociales, con retóricas por doquier llenas de buenas intenciones y promesas esperanzadoras; claro está, con la insistencia como común denominador, de tomar medidas ante tantos desafíos y alcanzar soluciones que puedan revertir los impactos negativos por las diversas actividades humanas que obran en un desequilibrio extremo y destructivo.

Por lo tanto, este día no debe ser un simple cántaro que resuene por un breve tiempo; tampoco debe ser un mero enunciado con una intención mediática superficial que se esfuma o pierde relevancia. Esta fecha debe ser un propósito que se extienda en las llanuras de la conciencia humana, que ayude a transformar comportamientos y a generar cambios reales que beneficien progresivamente la naturaleza. Es que el fin de este proceso debe ser sólido y continuo, que busque ir más allá de un solo día, porque un día no basta para lograr la plenitud de un ambiente sano.

Por ende, no basta solo el Dia del Medio Ambiente para ser aprovechado en la difusión de flyers, pósters o gráficos en las distintas redes sociales o videos de mensajes ambientales bonitos por parte de personas e instituciones; esto no significa que sea negativo, de ninguna manera; pero estos gestos o acciones no deben ser una vaga parada de atención con efectos virtuales y efímeros, que se lleven pronto al campo del olvido, sin cambios significativos.  

Entender pues, que toda promoción o difusión por esta causa, involucra esfuerzos continuos, firmes, diversos y debe centrarse en comunicar la importancia vital de la sanidad ambiental al tiempo de fomentar acciones para cuidarla y protegerla.

Esta celebración no es solo para embadurnarse con lamentaciones o intenciones huecas, estas no son suficientes para proteger el medio ambiente. Se necesitan medidas concretas enmarcadas en acciones pequeñas y grandes que marquen la diferencia. Este es el momento de actuar para preservar el medio ambiente y los recursos naturales en la República Dominicana.

Esta jornada es una oportunidad para poner el oído siempre en el corazón del medio ambiente y los recursos naturales, escuchar con esmero sus latidos sufrientes; ver que los ríos moribundos nos quieren decir, notar que expresan los bosques cada vez más degradados, percibir que dicen las desprotegidas áreas protegidas, advertir el llanto mortem de las especies endémicas; las cuales se extinguen sin que se aprecie el valor de la biodiversidad; entre otras crudas realidades, que de no atenderse con un abordaje efectivo, tendremos en lo próximo lamentablemente una “Quisqueya agotada y que no lo tendrá todo”.

En consecuencia, este llamado mundial es una oportunidad dichosa en favor al respeto a la vida; ya que cualquier alteración al medio ambiente es una alteración a nuestra propia vida. En ese orden urge reflexionar o examinar de manera individual y colectiva que se ha hecho hasta el momento y si vamos en el camino correcto; para entonces establecer compromisos sinceros y conscientes de lo que empezaremos a realizar para construir una nación con un futuro ambiental más saludable y duradero.

Definitivamente, comprender que si se quiere cambiar esta realidad ambiental con la que no se está satisfecho o que simplemente se piensa que no está bien, entonces se debe pasar a la acción. No se puede dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Es tiempo de elegir ser parte de la solución, no del problema.

 

ANGEL GOMERA 

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

martes, 13 de mayo de 2025

Hacia una cultura de prudencia

 



Hacia una cultura de prudencia

La imprudencia en cualquier sociedad se manifiesta a través de conductas o hábitos que pueden dañar física y moralmente a otros, alterar la vida en lo personal y la de los demás, todo por la falta de cuidado o previsión ante posibles riesgos. En la República Dominicana se puede observar penosamente que el ejercicio de la imprudencia está amenazando con desbordar el sentido común, el equilibrio del orden, el valor de la conciencia; en definitiva, la propia supervivencia o el respeto al don de la vida.

Por lo que es de suma necesidad analizar profundamente como Estado, ese comportamiento humano de tales individuos que se exponen recurrente y progresivamente ante lo imprudente, la temeridad, lo negligente y la indiferencia, sin avizorar el sentido alguno que justifique tal actuación descuidada o dicha afrenta peligrosa. El periodista y poeta argentino Roberto Alifano, ante ese fenómeno anormal y pérdida de visión social que contraría lo racional, plantea una frase muy fuerte que interpela y hace reflexionar al expresar que “los ojos no sirven de nada en un cerebro ciego”.

Entender que esos referidos seres humanos por sus prácticas fuera de control, excesivas y sin límites se convierten en activos portadores de desgracias o resultados no deseados; efectos que podrían ser previsibles y evitables, pero que fruto de la torpeza, ceguera cerebral o inobservancia a una norma o regla establecida; al no medir sus acciones, ni evaluarse sus reacciones, no se dan cuenta del legado atrofiado que comparten conductual y negativamente hablando; ni de la cadena de sucesos lamentables y de dolor que están sembrando.

Visto lo anterior, se requiere generar un despertar de esa ceguera, a través de los ojos de la conciencia que involucre la toma de decisiones razonadas, el cumplimiento del deber cívico, acciones con medidas efectivas y duraderas, la aplicación del régimen de consecuencias y la observancia de la responsabilidad social. No se puede continuar mirando superficialmente a través del entendimiento ciego, por ejemplo, la gran crisis de seguridad vial existente en el país, especialmente por los accidentes de tránsito, y no reaccionar en lo más mínimo o hacerse la vista gorda. Eso es inaceptable.

Ante esa realidad social el escritor José Saramago anima a pasar de la reflexión a la acción, a despertar del estado de “ciegos que pueden ver, pero que no miran”; en el entendido que la persona se define por sus actos; esto implica reconocimiento del contexto tal y como es, aunque sea incómodo o incomode, y la comprensión sobre el impacto de sus acciones en su entorno.

Lo anterior se complementa con la recomendación que formuló el escritor y político estadounidense Theodore Roosevelt al señalar que “en un momento de decisión, lo mejor que puedes hacer es hacer lo correcto. Lo peor que puedes hacer es no hacer nada”.

En fin, el Estado tiene el deber de impedir que la imprudencia se convierta en un comportamiento común, culturalmente aceptado o fomentado en el imaginario social. Dado que como muy bien emplea el escritor español Baltasar Gracián “nunca abras la puerta a un mal menor, ya que otros y mayores invariablemente se meten detrás”.

La imprudencia no debe ser vista como algo a no temer, ligero, simple, de dejar pasar o dejar hacer; eso sería un enfoque muy peligroso. Es imperativo reconocerlo como algo grave y perjudicial; de ahí pues que se demanda prioritariamente de un cambio cultural que coadyuve a desarraigar esa mala práctica ética moral, social y jurídica. El no hacer nada en contra de ese flagelo puede producir metástasis con implicaciones negativas en la seguridad, la protección, la salud, la paz, la calidad de vida y en el desarrollo social.

De ahí la importancia de abordarla desde una perspectiva integral con el impulso de políticas claras y firmes que afronte las consecuencias nefastas que generan los hábitos imprudentes; pero que promueva a su vez el establecimiento de una cultura de la prudencia y del buen trato que asegure que la ciudadanía comprenda que modelar la prudencia en el comportamiento diario contribuye poderosamente a la construcción de una sociedad más justa, armoniosa y próspera.

Angel Gomera

lunes, 7 de abril de 2025

Trozos peregrinos que tocan de esperanza a la vida



 Trozos peregrinos que tocan de esperanza a la vida

 

El toque de tu amor es el génesis del aliento de vida que arrulla todo mi ser. Cada despertar alboreo es una oportunidad dichosa de transformar, suspirar, levantar y caminar con aires de libertad por los distintos parajes de lo cotidiano y lo humano, agarrado intrépidamente de la mano con la esperanza, sin que la sombra fantasmagórica del pesimismo y el desaliento tomen el control de aquellos pasos que conducen a lo trascendente.

Cada mañana es una ascesis pertinente que responde a un llamado de gracia desde lo divino, a fin de evitar que esos sueños y aspiraciones a conquistar, se desboquen ante el descontrol y lo sombrío de las fragilidades, llevando el tesoro de la existencia a vacíos que impidan alcanzar la plenitud que anhela todo espíritu sediento de felicidad. Realmente, la vida contigo no acaba en el vacío, porque contigo hay un futuro cierto que siempre brillará y que se hace verdadero en el presente.

Florece el día donde los versos renacen esparciendo polen de vida en abundancia; el sol brilla y se eleva con más luminosidad mostrando con esplendor su espíritu combativo y su capacidad resiliente de superar aquella oscuridad que una y otra vez le hizo ocultar. Asimismo, se abre con pasos gigantes la sonrisa celestial ante la corriente enfurecida y amenazante de temas desafiantes que buscan asfixiar la quietud que habita en el alma.  

Vuelve a resurgir el aliento denodado de ser vencedor frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia terrena, consciente de que lo mejor vendrá en el porvenir, gracias a tú providente misericordia. Con el toque de tú gracia la vida cobra colores primaverales; ya lo frío, gris y marchito no erosiona ni reprime mis recuerdos, porque se asoma ante mis ojos un horizonte tan extenso y claro como el cielo.

Horizonte infinito que quiero caminar de frente y con optimismo, sin miedo a no perderme en el desierto de la vida, porque el reflejo de tu amor es vitalidad esperanzadora para peregrinar más allá, siempre más allá de las incertidumbres que gravitan como aves rapaces alrededor de los pensamientos. Definitivamente, tú esperanza no defrauda, es la brújula perfecta que permite peregrinar hasta el fondo del corazón, sin temor a dejarse confundir o entrar en pánico ante los tantos laberintos y atajos oscuros que habitan en el interior de la conciencia.  

He decidido que peregrino quiero ser, no un errante sin brújula que sucumbe ante la desesperación; caminar y esperar con fe y determinación atravesando las tierras áridas que hay dentro de mí, sin dejar de persistir para alcanzar ese punto de llegada, que es el oasis; donde se amansa el sol implacable de ese desierto interno con el frescor tutelar y sanador que emana de sus palmeras.

Oasis, donde me puedo arrodillar a tomar un sorbo de agua de su manantial bendito, que haga calmar la sed ocasionada por mis cansancios y agobios; lanzándome a vivir con renovadas fuerzas e intensidad cada instante y suspiro, con propósitos, detalles, sueños y acciones que haga valorar positivamente la belleza de la vida.

Este refugio como parada es una oportunidad para detenerse a respirar con actitud proactiva, ver de qué está cargada la bóveda del corazón, para decididamente vaciarla y entonces, atreverse a cambiar a una versión mejor, llenando todo aquello de lo que estás vacío.

Es allí en esa atmósfera de remanso y de disposición sensata, donde poniendo atención y escucha al silencio, recibo las respuestas a mis preguntas existenciales. Y cavilando en medio de un mar de dunas envuelto en sentimientos encontrados, entre dátiles y juncos, humedeciendo a la vez la cabeza con agua del manantial eterno, me llegó a la mente entre brumas y claridad algo que leí hace un tiempo, que dice ¨que las respuestas dan certidumbres mientras que las preguntas cuestionan; que las respuestas dicen lo que sabemos y las preguntas recuerdan lo que ignoramos; que las respuestas nos hacen sentir cómodos y las preguntas nos sacan de la zona de confort¨.

Asentí que Él conoce los anhelos más insondables de mi ADN corpóreo y espiritual. Entendí con sonidos armoniosos de jubileo que nunca Él me ha dejado con una respuesta a media. Aprendí que debo aprender a esperar en su amor, porque quien espera avanza hacia los tesoros trascendentes de la verdad inmutable.

 

ANGEL GOMERA 

jueves, 27 de marzo de 2025

Accidentes de tránsito, una ventana rota sin reparar

  


Accidentes de tránsito, una ventana rota sin reparar.

 

Es muy preocupante que mientras hablamos, comentamos o escribimos acerca de la pandemia de los accidentes de tránsito se nos están perdiendo muchas vidas cada día en la República Dominicana. El tiempo sigue su curso, las estadísticas crecen lastimosamente, el duelo nos cubre, y aún estamos en modalidad robots o icebergs. ¡Qué pena!

Sentimos que en la práctica cotidiana nos estamos acostumbrando a esta realidad pasmosa, provocado por la falta de ese despertar ante la pérdida de la sensibilidad social. Decimos esto, aunque se aprecie muy fuerte, debido a que este tema se está manejando como un simple juego donde se pasa el balón de mano en mano, sin que nos atrevamos a encestar una solución que traiga consigo la seguridad vial en nuestra amada Quisqueya.

Vemos con asombro como se viene normalizando la impunidad vial marcado por el desinterés y la inobservancia de ciertos comportamientos que violan una y otra vez la ley y no pasa nada.  Ante esa mala práctica Aristóteles se refiere con mucha claridad a qué es "Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos." Urge en nuestro país priorizar el cumplimiento de las leyes por encima de seguir los deseos o intereses de individuos o grupos individuos en particular.

Respecto a esta cruda realidad existente del tránsito dominicano y sus reincidentes  transgresiones a la norma, nos debe situar a que analicemos como sociedad aquella ¨teoría¨ que plantearon los criminólogos James Q. Wilson y George L. Kelling, sobre ¨las ventanas rotas¨, al esgrimir que el desorden, el abandono, la falta de control y los pequeños actos de vandalismo en un entorno urbano, como ventanas rotas sin reparar, fomentan un ciclo de delincuencia y esto puede conducir a un aumento de la criminalidad.

Debemos entender que una pequeña desconsideración a la norma de tránsito se convierte en un símbolo progresivo de desorden y negligencia vial. Ver como motociclistas se suben por las aceras, cruzan el semáforo en rojo sin ninguna reacción de la autoridad, camioneros que conducen a altísima velocidad y todo bien, guagüeros con ¨licencia¨ para infringir la ley de tránsito y no hay quien le toque, conductores que manejan con más alcohol que sangre en el cuerpo y no hay régimen de consecuencias; a estos ejemplos o cadena de violaciones de tantas, se suma el hecho de que cuando se oculta el sol asimismo desaparecen de las vías las autoridades que deben velar por la seguridad vial.

Esto último es un fenómeno institucional muy extraño, ya que envía un mensaje confuso de que las calles, avenidas o carreteras en horario nocturno no necesitan de ningún cuidado, regulación, control o vigilancia. Esa notable ausencia de presencia policial por la noche evidentemente incide en que se reproduzcan los comportamientos más arriesgados. 

Volviendo a la teoría de los criminólogos James Q. Wilson y George L. Kelling y llevándola al campo de los accidentes de tránsito en nuestro país, urge entender que esa ventana rota de manera metafórica es la existencia de esa crisis de seguridad vial; la cual está provocando numerosas vidas humanas trágicamente truncadas, donde un porcentaje significativo son jóvenes.

 El Estado debe reparar con un abordaje oportuno esa dramática situación con el impulso de políticas preventivas integrales y la aplicación de un régimen de consecuencias efectivo. Dado que en la medida que discurre el tiempo sin respuesta estatal se consolida y sistematiza el establecimiento de la perniciosa cultura del caos, la cual conduce a la inseguridad ciudadana. 

En definitiva, si no se confronta los comportamientos viales impropios desde el momento en que ocurren con respuestas idóneas dentro de los parámetros legales e institucionales, se estaría conllevando a crear un ambiente social hostil donde se normaliza y se excita a conductas cívicas aún más dañinas e insensibles. Es hora de poner orden en el tránsito.

 

ANGEL GOMERA 

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.co

martes, 4 de marzo de 2025

Para mi hijo Angel David

 







Para mi amadísimo hijo Ángel David Gomera Then

Un 7 de diciembre, el Todopoderoso nos concedió la dicha, la fortuna y el gozo de ser padres por segunda ocasión; trajo consigo un ángel, un niño inteligente, amoroso, encantador y obediente: Ángel David. Tu presencia nos sumerge en el dulce edén de la felicidad. Ese día que llegaste al mundo, salte y salte de una alegría celestial, y en mi corazón no cabía el gozo al contemplarte en aquella cunita, arropado con un manto de ternura.   

Decirte que cada día disfrutamos ver y vivir tu crecimiento físico y espiritual, en donde tú siendo uno de los protagonistas con principalía en esta película tan hermosa de la vida, nos llenas como papas de una actuación tan fascinante que nos hace emitir suspiros de júbilo. De ahí es pues, que somos bienaventurados al deleitarnos con cada etapa de tu existir, constituyendo la misma, trayectos de esperanza que nos cautiva en lo más sublime de una paternidad y maternidad que fruto del amor de Dios estamos disfrutando inmensamente.

¡Todavía rememoramos en nuestros corazones el eco de tus primeras palabras las cuales nos llenaron de una emoción indescriptible! ¡Ver con disfrute mayúsculo tus primeros pasitos tambaleantes y decididos a transitar con gallardía el inicio de una carrera cargada de muchos desafíos, pero sobre todo de un bello porvenir!

¡Aun nos pasan imágenes con colores perfectos de aquella primera sonrisa que ilumino todo nuestro ser cuan si fuese un rayo de sol! ¡Recordar aquellos gritos cuando papi y mami se disponían a bailar, hasta que un día con un ritual cargado de ternura e ingenuidad, uniste nuestras manos para que bailáramos con tu delicada aprobación!

¡Tus ruidos constituyen la más esplendorosa y afinada sinfonía para nuestros oídos, porque un momento de quietud es sinónimo de “donde esta”, “que está haciendo” y “me hace falta”! ¡Es maravilloso recordar que ambos (mami y papi) nos convertíamos en espectadores felices de aquel espectáculo de amor donde cada sorbo de leche maternal surtía el doble efecto de alimentarte a ti y alimentar nuestras almas! ¡Cuánto sufrimos tus caídas por más leves que fueran, sintiendo en cada una de ellas sobrecargas de angustias que aguijoneaban con tanta intensidad un corazón protector!

¡Evocamos aquel dulce momento de tu bautismo donde iniciaste la vida cristiana siendo tan pequeño, recibiendo el signo del agua que inscribió tu nombre en el Libro del Cielo y la luz del cirio que alumbra tu caminar por siempre!

Ahora nos toca vivir otro gran acontecimiento tan significativo para ti y nosotros: EL RETIRO ONDA JUVENIL CATÓLICA No. 33, te deseo, como tú papá, quien te ama con locura y devoción, que vivas este anuncio de Jesucristo para tu vida, que se cuele en lo más hondo de tú corazón; que te hagas amigo de Él. Que esta vivencia sea para hacernos más fuerte como familia, que superemos toda clase de obstáculos, sobra la base de un levantarnos, de un dialogo permanente; de sentirnos unidos más allá de las pruebas, de enmendar nuestros errores, de perdonarnos y de amarnos siempre y para siempre,

Quiero que sepas, que nunca estarás solo, que eres muy importante para mí, que agradezco a Dios por el gran hijo que me ha regalado del cual me siento muy orgullo. El humor que te caracteriza es tan único y sano.

¡Hijo, la impresión que sentimos nos hace expresar tantos sentimientos que hasta nos quedamos cortos en estas líneas que con tanto amor hemos dedicado para ti, pero debemos concluir venciendo el deseo irresistible de seguir escribiendo, gritando a todo pulmón del alma que te amamos tanto y tanto que hasta los poros palpitan en ayuda a nuestros corazones jubilosos! ¡Bendito seas por siempre pedacito de nuestro ser!  ¡Gracias Dios por premiarnos con este regalo tan soberano!

Quien te ama con todo mi corazón.

 

Ángel Gomera

Tú papá

miércoles, 26 de febrero de 2025

Áreas protegidas desprotegidas



 Áreas protegidas desprotegidas

 

La República Dominicana cuenta con una superficie aproximadamente del 25.7% de su territorio nacional por áreas protegidas, lo que incluye un total de unas 131 unidades de conservación. Además, contiene una superficie marina protegida equivalente al 10.8 % de las aguas marinas dominicanas (Ley 66-07 que declara la República Dominicana como Estado Archipelágico).

Pero, esta cobertura de áreas naturales protegidas experimenta de manera constante amenazas múltiples y agresiones severas que pone en tela de juicio si realmente estos espacios gozan de la real protección efectiva que como Estado se debe garantizar.

Huelga reconocer que el Estado dominicano tiene la intención y ha habido esfuerzos en procurar la salvaguarda de dichos ecosistemas naturales; pero lamentablemente la ignorancia consciente e inconsciente, la ambición desproporcionada, la tentación a enriquecerse a costa de esos tesoros naturales y la falta de cierta voluntad que garantice la calidad de estas áreas; ha generado vulnerabilidades preocupantes en cuanto a la conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).

Lo antes expresado, se puede evidenciar por el rosario de denuncias sucesivas de violaciones a la Ley sectorial de Áreas Protegidas 202 –04 y otras disposiciones legales vigentes, por actores sociales y comunitarios en diferentes puntos del país.

Solo basta detenerse a escuchar y ver, los daños lamentables que se le está ocasionando al Monumento Natural Reserva Antropológica Cuevas de Borbón o del Pomier; la cual a pesar de constituir un área protegida que comprende un conjunto de 57 cuevas más un manantial, se ha venido agrediendo con síntomas progresivos de destrucción, no obstante ser un patrimonio con un alto valor histórico, hídrico, geológico, arqueológico y turístico.

Observar como el Cinturón Verde del Gran Santo Domingo, el cual fue creado mediante el Decreto No. 183-93 en el año 1993, está siendo impactado y disminuido peligrosamente por el asentamiento urbano en toda su periferia, fruto de invasiones sin control, generando arrabalización, altos niveles de contaminación, aguas residuales y desechos sólidos a gran escala que desembocan en los ríos Ozama, Isabela y Haina.

Ríos estos, cuyas aguas vestidas de marrón transitan en quietud de cortejo fúnebre, no gozan ni en un instante del privilegio natural de vivir y dar vida en paz; el gran desafío en cada diana y crepúsculo es poder sobrevivir a tanta inmundicia que se les vierte sin piedad a diestra y siniestra; sus bosques ribereños perdieron la cabellera de la esperanza, ante tanta contaminación les impide saciar de su propio cauce la sed que llevan por dentro, y esperan que alguien con voluntad algún día les proteja de veras, antes de que sea tarde.

Hay que aguzar los sentidos y no ser indiferentes, ante los gemidos dolorosos de los Humedales del Ozama, el cual se está secando de tanto llorar sin encontrar quien le consuele; del Parque de los Haitises, quien pide auxilio desesperado de no más deforestación, incendios forestales intencionados, de conuquismo y ganadería; de no más depredación feroz y tortuosa en su seno maternal.

Ni tampoco dejar de mirar, al Monumento Natural Dunas de Las Calderas, conocido popularmente como Las Dunas de Baní, cuyo hábitat vive de tensión en tensión, por acciones depredatorias que las están poniendo en el camino de la extinción debido a la tala y quema dañosa de especies arbóreas endémicas. Asimismo, se ha llegado al colmo de los colmos de pretender extraer sus arenas, para que deje ser un pequeño desierto en el Caribe.

Estos pequeños ejemplos de transgresiones de los tantos hechos que ocurren contra en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, imponen de una respuesta estatal contundente e integral. Para tales fines, entendemos que se hace necesario fortalecer los controles sobre las áreas protegidas, destinar mayor presupuesto para su sostenibilidad y conservaciónrobustecer con penas y sanciones drásticas contra quienes invadan espacios verdes, áreas protegidas o destruyan ecosistemas naturales vulnerables. En ese sentido se requiere de un mayor fortalecimiento de la justicia penal ambiental.

Que la protección de estas áreas constituya de manera efectiva una prioridad de seguridad nacional; poner en marcha un plan de restauración de las cuencas medias y altas, con mayor atención de aquellas que están seriamente afectadas. Hacer uso de la tecnología para monitoreo y fiscalización ambiental en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas; más educación ambiental a la ciudadanía, entre otras medidas a emprender.

 

ANGEL GOMERA 

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

Despierta la verdadera Navidad

 


Despierta la verdadera Navidad.

Muchas veces se vive sin estar vivo, siendo distinto de su propia humanidad; donde cada paso genera desarmonía entre la aurora y el crepúsculo; rompiendo sueños sin presente; contradiciendo el bien por diversión y sin medir las consecuencias; en ese caminar se exalta lo inhumano tratando de encontrar justificación a esa pobreza existencial que emana de un alma errante que languidece en el desierto huyendo para no encontrar un oasis.

Ese ser llamado a forjar una sociedad maravillosa y perfecta se hace extraño y rebelde hacia la consecución de tan anhelado mundo; al parecer saboreando con sumo placer el desdén hacia lo humano, creando tensiones con el equilibrio y el buen vivir; y dando cabida a que las sombras reinen y ahoguen el aire que se respira. Aquí se teme explorar las dimensiones de su propia conciencia, como si se evitara traer luz a esas facetas o actitudes que necesitan ser iluminadas.

En esa llamada “sociedad” el dolor atrae el morbo de la indiferencia y de lo insensible; y para el colmo en esta época moderna esa apatía se alimenta de un dispositivo tecnológico, donde se está cerca pero lejos, que no se deja espacio para la escucha, ni vernos los rostros, ni prestar atención a la sonrisa que emana en una noche de soledad, ni siquiera sacar un breve espacio para transmitir unas palabras de aliento que se cuelen y den calor en un día helado de invierno. A propósito de lo planteado, se puede aprovechar en esta cena de Nochebuena, a que se comparta sin aparatos de celulares y se dialogue en familia.

Asimismo, se habla tanto de sueños de libertad, pero nos hacemos esclavos de las cosas, sin darle el verdadero sentido a la existencia que tarde o temprano se marcha de manera inesperada en cualquier estación del año, sin dar ninguna explicación; quedando de ti solo el legado de lo que viviste, si acaso; o el deseo de olvidarte por las huellas que no dejaste.

Entender que la vida pasa, el tiempo vuela y la libertad debe ser ese componente que conduzca hacia la felicidad y el amor, no hacia el aniquilamiento propio, ni a vivir dentro de esa esclavitud libre obviando sin límites hasta dónde llegar para no afectar al otro. Ser libres no debe ser un pretexto para darle cabida a la pérdida de la autenticidad, ni desdoblar la intimidad de tu propia naturaleza digna, por la búsqueda afanosa de los ¨views¨ o vistas, que en ningún momento surtirán el efecto de llenar los vacíos de la existencia.

Se estimula a la violencia y la guerra como subterfugio de construir una paz que nunca se quiere, en donde aquellos que la incitan no son lo que contienden, más bien sacrifican a otros por sus intereses inescrutables como si la vida no vale nada.

Se está ante una conflagración cotidiana sin descanso; entre el fuerte y el débil, lucha la honestidad contra la opulencia con atajos, combate la veracidad contra la posverdad, la ficción y las pantallas contra la realidad y el deber ser, la inmediatez y lo fácil contra el debido proceso, las oscuridades quieren engañar a la luz en las complejidades del corazón; la capacidad de asombro y la sensibilidad social disputan por no perder terreno ante la deshumanización y el individualismo y la virtud combate para dejarse ganar terreno ante la normalización del vicio y la corrupción.

En definitiva, se vive ante un constante combate, en donde todo lo expresado con anterioridad no significa que perdimos la batalla, no es la intención en este escrito quedarnos ante lo sombrío, sino más bien, despertar la navidad de la esperanza en ti, y hacer de este hermoso período un peregrinar a través de los laberintos de la casa interior, donde cada expresión constituya una revelación que se proyecte el resto de tu existencia.

Donde surja una pregunta contundente que cuestione, que haga recordar lo que se ignora y que nos saque de la zona de confort hacia un firme compromiso de cambio; y en donde aprovechemos este tiempo para que sea una reflexión que nos de certeza sobre nuestro propio ser y nos habilite a ser cirios encendidos para la construcción de un mundo mejor, más humano, cercano, compasivo, de paz, solidaridad y amor. Lo dicho no es mera utopía, es una verdadera Feliz Navidad.

 

ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

miércoles, 27 de noviembre de 2024

El merengue es mi música



 El merengue es mi música

El merengue es uno de los géneros musicales que proviene de las entrañas de la República Dominicana, tierra bendita y bella, de cuyos poros relucientes emana un caudal de alegría, hospitalidad y sentido de fiesta. Es en esta perla amada que surge esta manifestación tropical sonora, que involucra como protagonistas a la güira y la tambora, haciendo de este ritmo algo encantador y atrayente, donde no hay pie ni cuerpo alguno que se resista a bailar o a movilizarse ante el sonido de un buen merengue.   

Este cadencioso ritmo caribeño que surgió a mediados del siglo XIX ha trascendido mares, fronteras, valles y montañas y se ha colocado más allá de otras demandas musicales en el gusto popular de muchos ciudadanos a nivel mundial, provocando como buenas nuevas, que fuera declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 30 de noviembre de 2016, por “fomentar el respeto y la convivencia entre las comunidades”, entre otras razones, que nos llenan de orgullo.

Es bueno significar que, el 26 de noviembre de 2005 mediante el decreto No. 619-05 de la presidencia de República Dominicana se oficializó como el Día Nacional del Merengue; festividad que honra nuestro ritmo autóctono por excelencia; el ADN musical de Quisqueya; la expresión viva, genuina y eterna de la identidad nacional, y el alma sonora del pueblo dominicano.

A pesar de ser este ritmo sabroso y contagioso nuestra bandera musical, hemos observado que el mismo debe ser reforzado como opción de permanencia y de transferencia generacional; ya que en los últimos tiempos ha venido experimentando niveles de poca difusión, promoción e incentivo, creando cierta merma en la población juvenil, la cual emigraron al consumo de otros tipos de ritmos musicales.

Ahora bien, lo planteado anteriormente no significa que el mismo se apagará, de ninguna manera; es que mientras exista un dominicano en la tierra, su corazón latirá al compás de merengue. En los momentos actuales vemos con mucho regocijo el surgimiento de una nueva camada de exponentes jóvenes que están apostando por nuestro tesoro musical intangible, lanzando producciones con ciertos colores y matices, las cuales se han colocado en los primeros lugares en importantes plataformas de reproducciones musicales.

Por lo tanto, entiendo que es oportuno para asegurar la continuidad, preservación y la promoción de nuestra música marca país, la realización de festivales escolares del merengue escolar; incentivar la creación de grupos folclóricos, sensibilizar al espectro radiofónico nacional para que en su programación tomen cuenta la colocación de este ritmo. Asimismo, la creación de un museo del merengue; intensificar las conferencias y talleres sobre el merengue y ritmos patrimoniales. Que el Ministerio de Turismo en las diferentes ferias nacionales e internacionales, continúe abriendo más espacios, ya que este tesoro es un plus de atracción a turistas.

De igual manera, dado lo que establece el Artículo 1 y el literal H, del Artículo 19 de la Ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, donde se consagra que los ayuntamientos tienen la competencia de preservar los patrimonios históricos y culturales; se hace necesario que los gobiernos locales refuercen con políticas municipales permanentes y efectivas, la protección y divulgación de esta riqueza cultural; es decir, le brinden más apoyo.  

Finalmente, concibo que, desde el Estado, a través de su Ministerio de Cultura, debe difundir con mayor dimensión el valor del merengue dentro de la sociedad dominicana, fomentar su expansión, consolidación e incentivar las manifestaciones auténticas del merengue que surjan en las comunidades.

Hay raíces culturales que no debemos perder y el merengue es mi música, la música de nosotros, la esencia de la nación dominicana; preservarlo para la posteridad es nuestra misión ineludible.

 

ANGEL GOMERA

lunes, 11 de noviembre de 2024

Es oportuno el rol de mediación de la Iglesia

 



Es oportuno el rol de mediación de la Iglesia

En nuestro país, hemos sido testigos que uno de los roles esenciales y prácticamente determinante ante ciertos acontecimientos nacionales que ha venido ejerciendo la Iglesia, ha sido su misión de la mediación y la concertación ante los conflictos políticos y sociales.

Cabe citar algunos ejemplos su rol en el año 1985, cuando promovió el Diálogo Tripartito (entre el gobierno, empleadores y trabajadores) que hizo posible el nuevo Código de Trabajo, promulgado en 1992 y que puso fin a una situación de conflictos complicados y permanentes entre trabajadores y empleadores. Estos diálogos coadyuvaron a una paralización y disminución de huelgas laborales en el país.

Asimismo, haber participado y promovido iniciativas como el Pacto de Solidaridad Económica de 1990, el Acuerdo de la Comisión de Educación que puso fin a una huelga de maestros y representó importantes conquistas para el Magisterio Nacional en 1991.

También la Agenda Nacional concertada entre la sociedad civil y los partidos políticos en 1993, en donde se acordó en ese momento histórico, mejorar, por mencionar algunos puntos: El escaso desarrollo de una cultura democrática, la disfuncionalidad de la justicia, el poder municipal diluido y erosionado, la poca capacidad de reacción de la sociedad ante los problemas, el afianzamiento de los mecanismos de participación ciudadana.

De igual manera, su aportación en el Acuerdo por una Campaña Electoral en un Clima de Paz, el Pacto de Civilidad y el Pacto por la Democracia en 1994, que posibilitó la superación de una crisis política que mantenía al país al borde de la ingobernabilidad y de caer en un vacío institucional.

Otros logros de la concertación social son las reformas al sistema electoral en 1992; los códigos arancelarios y tributarios en 1992; y el acuerdo entre los partidos políticos mayoritarios para superar una crisis política alrededor de la Junta Central Electoral en marzo de 1999.

Asimismo, su voz y liderazgo ha sido oportuno para iluminar y explicitar algún acontecimiento significativo; a los fines de que se enfoquen esfuerzos, atención y puedan así canalizarse soluciones a situaciones como, por ejemplo: la indiferencia e insensibilidad ante el rostro amargo e inhumano de la pobreza, la desigualdad social y económica, la descomposición familiar, las enfermedades, la degradación del medio ambiente y los recursos naturales, la corrupción, la criminalidad, la inseguridad ciudadana, la prostitución, el narcotráfico, la explotación del ser humano, el desempleo, entre otras crudas realidades.

Visto lo anterior, entendemos que, ante el anuncio y la implementación de un paquete de reformas a la fiscalidad, electricidad, la seguridad social, el Código Laboral y a la Policía en los momentos actuales; los cuales han venido generando preocupaciones e inquietudes de parte de los diversos sectores de la sociedad.

En cuanto a la propuesta de Ley de Modernización Fiscal se tuvo que retirar del Congreso Nacional por no contar con el debido consenso para ser aprobada, a pesar de que se entiende la necesidad de esta.

En este punto último, el país requiere procurar los consensos necesarios, y así realizar los ajustes estructurales requeridos que impacten favorablemente la economía, a fin de que los compromisos financieros sean sostenibles de manera fiscal y macroeconómica en el tiempo. Se arguye que posponer dicha reforma podría provocar un grave costo para la economía dominicana, e impactar de manera desfavorable el bienestar social.

En ese orden, urge que la Iglesia promueva y active una vez más, su papel y liderazgo en la resolución alternativa de conflictos, asumiendo como método la mediación a través de la herramienta del diálogo para que se logre concertación social y política que se requiere para estos temas tan cruciales.

Finalmente, entender que para construir la paz desde la justicia y la concertación social, es necesario mayor involucramiento, responsabilidad y compromiso de quienes procuran dicho propósito. Ya que nadie puede pregonar con sentido un discurso aprendido sobre la justicia, el diálogo, la caridad y una cultura de paz; si los que hablan o dicen facilitar los procesos no muestran que ellos mismos son constructores internos de los procesos de solución.

¿Qué figura debería ejercer el rol de mediador para lograr la concertación política y social que se requiere para aprobar el paquete de reformas?

 

ANGEL GOMERA