miércoles, 27 de noviembre de 2024

El merengue es mi música


 El merengue es mi música

El merengue es uno de los géneros musicales que proviene de las entrañas de la República Dominicana, tierra bendita y bella, de cuyos poros relucientes emana un caudal de alegría, hospitalidad y sentido de fiesta. Es en esta perla amada que surge esta manifestación tropical sonora, que involucra como protagonistas a la güira y la tambora, haciendo de este ritmo algo encantador y atrayente, donde no hay pie ni cuerpo alguno que se resista a bailar o a movilizarse ante el sonido de un buen merengue.   

Este cadencioso ritmo caribeño que surgió a mediados del siglo XIX ha trascendido mares, fronteras, valles y montañas y se ha colocado más allá de otras demandas musicales en el gusto popular de muchos ciudadanos a nivel mundial, provocando como buenas nuevas, que fuera declarado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 30 de noviembre de 2016, por “fomentar el respeto y la convivencia entre las comunidades”, entre otras razones, que nos llenan de orgullo.

Es bueno significar que, el 26 de noviembre de 2005 mediante el decreto No. 619-05 de la presidencia de República Dominicana se oficializó como el Día Nacional del Merengue; festividad que honra nuestro ritmo autóctono por excelencia; el ADN musical de Quisqueya; la expresión viva, genuina y eterna de la identidad nacional, y el alma sonora del pueblo dominicano.

A pesar de ser este ritmo sabroso y contagioso nuestra bandera musical, hemos observado que el mismo debe ser reforzado como opción de permanencia y de transferencia generacional; ya que en los últimos tiempos ha venido experimentando niveles de poca difusión, promoción e incentivo, creando cierta merma en la población juvenil, la cual emigraron al consumo de otros tipos de ritmos musicales.

Ahora bien, lo planteado anteriormente no significa que el mismo se apagará, de ninguna manera; es que mientras exista un dominicano en la tierra, su corazón latirá al compás de merengue. En los momentos actuales vemos con mucho regocijo el surgimiento de una nueva camada de exponentes jóvenes que están apostando por nuestro tesoro musical intangible, lanzando producciones con ciertos colores y matices, las cuales se han colocado en los primeros lugares en importantes plataformas de reproducciones musicales.

Por lo tanto, entiendo que es oportuno para asegurar la continuidad, preservación y la promoción de nuestra música marca país, la realización de festivales escolares del merengue escolar; incentivar la creación de grupos folclóricos, sensibilizar al espectro radiofónico nacional para que en su programación tomen cuenta la colocación de este ritmo. Asimismo, la creación de un museo del merengue; intensificar las conferencias y talleres sobre el merengue y ritmos patrimoniales. Que el Ministerio de Turismo en las diferentes ferias nacionales e internacionales, continúe abriendo más espacios, ya que este tesoro es un plus de atracción a turistas.

De igual manera, dado lo que establece el Artículo 1 y el literal H, del Artículo 19 de la Ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, donde se consagra que los ayuntamientos tienen la competencia de preservar los patrimonios históricos y culturales; se hace necesario que los gobiernos locales refuercen con políticas municipales permanentes y efectivas, la protección y divulgación de esta riqueza cultural; es decir, le brinden más apoyo.  

Finalmente, concibo que, desde el Estado, a través de su Ministerio de Cultura, debe difundir con mayor dimensión el valor del merengue dentro de la sociedad dominicana, fomentar su expansión, consolidación e incentivar las manifestaciones auténticas del merengue que surjan en las comunidades.

Hay raíces culturales que no debemos perder y el merengue es mi música, la música de nosotros, la esencia de la nación dominicana; preservarlo para la posteridad es nuestra misión ineludible.

 

ANGEL GOMERA

lunes, 11 de noviembre de 2024

Es oportuno el rol de mediación de la Iglesia

 

Es oportuno el rol de mediación de la Iglesia

En nuestro país, hemos sido testigos que uno de los roles esenciales y prácticamente determinante ante ciertos acontecimientos nacionales que ha venido ejerciendo la Iglesia, ha sido su misión de la mediación y la concertación ante los conflictos políticos y sociales.

Cabe citar algunos ejemplos su rol en el año 1985, cuando promovió el Diálogo Tripartito (entre el gobierno, empleadores y trabajadores) que hizo posible el nuevo Código de Trabajo, promulgado en 1992 y que puso fin a una situación de conflictos complicados y permanentes entre trabajadores y empleadores. Estos diálogos coadyuvaron a una paralización y disminución de huelgas laborales en el país.

Asimismo, haber participado y promovido iniciativas como el Pacto de Solidaridad Económica de 1990, el Acuerdo de la Comisión de Educación que puso fin a una huelga de maestros y representó importantes conquistas para el Magisterio Nacional en 1991.

También la Agenda Nacional concertada entre la sociedad civil y los partidos políticos en 1993, en donde se acordó en ese momento histórico, mejorar, por mencionar algunos puntos: El escaso desarrollo de una cultura democrática, la disfuncionalidad de la justicia, el poder municipal diluido y erosionado, la poca capacidad de reacción de la sociedad ante los problemas, el afianzamiento de los mecanismos de participación ciudadana.

De igual manera, su aportación en el Acuerdo por una Campaña Electoral en un Clima de Paz, el Pacto de Civilidad y el Pacto por la Democracia en 1994, que posibilitó la superación de una crisis política que mantenía al país al borde de la ingobernabilidad y de caer en un vacío institucional.

Otros logros de la concertación social son las reformas al sistema electoral en 1992; los códigos arancelarios y tributarios en 1992; y el acuerdo entre los partidos políticos mayoritarios para superar una crisis política alrededor de la Junta Central Electoral en marzo de 1999.

Asimismo, su voz y liderazgo ha sido oportuno para iluminar y explicitar algún acontecimiento significativo; a los fines de que se enfoquen esfuerzos, atención y puedan así canalizarse soluciones a situaciones como, por ejemplo: la indiferencia e insensibilidad ante el rostro amargo e inhumano de la pobreza, la desigualdad social y económica, la descomposición familiar, las enfermedades, la degradación del medio ambiente y los recursos naturales, la corrupción, la criminalidad, la inseguridad ciudadana, la prostitución, el narcotráfico, la explotación del ser humano, el desempleo, entre otras crudas realidades.

Visto lo anterior, entendemos que, ante el anuncio y la implementación de un paquete de reformas a la fiscalidad, electricidad, la seguridad social, el Código Laboral y a la Policía en los momentos actuales; los cuales han venido generando preocupaciones e inquietudes de parte de los diversos sectores de la sociedad.

En cuanto a la propuesta de Ley de Modernización Fiscal se tuvo que retirar del Congreso Nacional por no contar con el debido consenso para ser aprobada, a pesar de que se entiende la necesidad de esta.

En este punto último, el país requiere procurar los consensos necesarios, y así realizar los ajustes estructurales requeridos que impacten favorablemente la economía, a fin de que los compromisos financieros sean sostenibles de manera fiscal y macroeconómica en el tiempo. Se arguye que posponer dicha reforma podría provocar un grave costo para la economía dominicana, e impactar de manera desfavorable el bienestar social.

En ese orden, urge que la Iglesia promueva y active una vez más, su papel y liderazgo en la resolución alternativa de conflictos, asumiendo como método la mediación a través de la herramienta del diálogo para que se logre concertación social y política que se requiere para estos temas tan cruciales.

Finalmente, entender que para construir la paz desde la justicia y la concertación social, es necesario mayor involucramiento, responsabilidad y compromiso de quienes procuran dicho propósito. Ya que nadie puede pregonar con sentido un discurso aprendido sobre la justicia, el diálogo, la caridad y una cultura de paz; si los que hablan o dicen facilitar los procesos no muestran que ellos mismos son constructores internos de los procesos de solución.

¿Qué figura debería ejercer el rol de mediador para lograr la concertación política y social que se requiere para aprobar el paquete de reformas?

 

ANGEL GOMERA

viernes, 1 de noviembre de 2024

Trozos sueltos que vuelan entre lo celestial y cotidiano

 Trozos sueltos que vuelan entre lo celestial y cotidiano

 

Tú presencia es caudal abundante de ilusiones y experiencias dichosas. Abre caminos de versos luminosos a través de mares y océanos. Me hace andar con pasos de seguridad en cada metraje de mi existencia terrenal; entre caídas y levantadas, calmas y tempestades, penas y alegrías. Vivencias y sensaciones, que he recorrido entre cantares, pentagramas, erupciones volcánicas y amaneceres.

 

Oírte reafirma con profunda certeza, de que no estoy solo; porque escuchar tú voz es pura omnipresencia con el toque melodioso del arpa de un amor infinito que aniquila cualquier soledad. Es que tú voz susurra paz y fortaleza más allá de las complejidades. Tú voz abraza con los brazos del corazón en el justo instante en que necesitamos ternura y protección. 

 

Tú prominencia es incentivo perfecto para inspirarse en la belleza y la verdad de la vida; me convierte en agricultor ilusionado para arar en mis pensamientos cada parcela poética con vocación a lo sublime. Me hace exprimir gotas de líricas en cada detalle que brota de un amor fecundo; regando los campos de mi existencia peregrina.

 

Tú presencia se hace vida en las cuatro esquinas de mi corazón, cada latido es señal convincente del milagro de la vida; cada bombeo de sangre define la redención eterna; todo tu amor se filtra por las venas y arterias reverdeciendo todo el camino que lleva hacia el Edén celestial.

 

Definitivamente tú eres luz cálida cubierta por el esplendor de una primavera vestida de flores; perseguida por las lluvias copiosas de verano, que besan la tierra con gotas musicales; donde cada sonido mueve las hojas caducas de un otoño de belleza efímera; dando paso a un invierno de guirnaldas de paz y olor a belenes alegres y fulgurantes.

 

Eres un bello atardecer que se filtra en la memoria de mis pupilas, haciendo de ese mágico instante un paisaje que envuelve mi aliento en expectación eterna. Dulce crepúsculo que es bálsamo para la salud de un espíritu que flota entre versos, pétalos vivos y fantasías de poeta. Que se hace cómplice de la quietud romántica del mar. Dulce anochecer que es verbo y sabiduría perenne que devela el verdadero sentido de la vida.

 

Y entonces amanece entre la brisa fresca de una mañana lluviosa y el silencio de un otoño que anuncia que pronto se marcha de la estación; que se va para volver, esperando hallar un corazón descongelado y coronado en su interior por un pesebre reluciente que se hace vida más allá del invierno.

 

Se va con las ansias de regresar y poder encontrar con esperanza una primavera que, vestida de flores, con rayos de multiformes colores y virtudes, haya pintado con trazos perfectos y perpetuos el retrato humano con las bienaventuranzas. Primavera celestial, que sea huerto de vida y gracia, de perdón y exultación, de compañía y refugio ante los avatares, dónde se pueda abrevar la sed y necesidad de la felicidad. 

 

Que se va con el anhelo envuelto en hojas áureas y melancolía de luna verde, esperando recibir bienhechoras noticias cuando le toque retornar, de los labios de un verano sudoroso que con su calor optimista ponga a chorrear de versos, verdad y humanidad los poros del alma. 

 

Y volvió el otoño aquel con un pensamiento infinito, abriéndose pasos ante el recuerdo de lo vivido; volvió para volver a empezar y ser mejor de lo que fue ayer; habiendo entendido en una tarde gris que lo mejor vendrá.

            


ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com 

lunes, 28 de octubre de 2024

Feliz cumpleaños, mi princesa



 Hoy 28 de octubre amanece con un toque inigualable y majestuoso, celebrando la dicha excelsa del nacimiento de la más bella de la princesa: ROSANGELIS. 

Mi princesa del alma, cómo no amarte si eres una bondad que esparce amor y cariño por toda la atmósfera. Desde tu llegada al mundo, al contemplar tu tierno y dulce rostro, mi corazón se derritió de felicidad e hice el firme compromiso celestial de protegerte y amarte todos los días de mi vida.

Hoy con 13 años de edad, reafirma con devoción, que verte crecer me nutre el alma de gozo, plenitud y dicha perpetua. 

Rosangelis, mi niña hermosa, tu creación es un regalo del amor de Dios en nuestras vidas. Por eso celebramos con mucho júbilo tus 13 añitos, pidiendo a Dios que te conceda larga vida saludable, que cuide y guíe tus caminos y propósitos de vida! Sabes que te amamos más allá del amor que cabe en el universo! Feliz cumpleaños! Rosangelis Maria!!!


Ángel Gomera 

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Trozos

Tú eres poesía que emana de un aliento celestial. Evita que la dignidad de la que estás revestido, sucumba por una sobredosis que convierte tu vida en miseria. Los alucinógenos es una treta que te lleva a las entrañas de la posfelicidad. Te desparrama y esparce sin autocontrol. #AngelGomera #RD

El sentir de la dominicanidad se manifiesta en cada güira y tambora que resuena en la enramada; en esas manos que ponen a ondear la bandera tricolor con sentido de pertenencia; en cada corazón que late con pulsaciones de soberanía; en cada gesto de gratitud por nuestros héroes. Que viva la República Dominicana. #RD #AngelGomera

El río #Isabela y #Ozama a pesar de que sus aguas transitan en quietud, no gozan del privilegio natural de vivir en paz; su desafío es poder sobrevivir a tanta inmundicia que se les vierte; no tienen esperanza de que ante tanta contaminación, alguien con voluntad le proteja. #RD #AngelGomera

El horizonte ve declinar al sol con famélica esperanza; las estrellas muestran su brillo con exánime deslucimiento; las plantas pierden el oxígeno y su clorofila; la luna emerge en el firmamento sin el más mínimo entusiasmo; todo esto ocurre ante el ocaso de la paz en el mundo.

Mis ojos siempre buscan contemplar la majestad de mi bandera tricolor; es que no hay otra igual, tan bella y dominicana. Ella ondea desde el pico más alto de la libertad hasta las más exuberantes llanuras de los sueños soberanos. Es única y eterna, devoción y lucha. Ella es #RD.

Vivimos ricos en amores que destellan rayos de felicidad. Sensaciones que hemos disfrutado al máximo entre cantares, erupciones volcánicas y atardeceres. Nadamos fuera de ríos y playas; caminamos juntos en una tierra sin mapas, entre arenas, romances y bosques exuberantes.

Tú eres poesía que emana de un aliento celestial. Evita que la dignidad de la que estás revestido sucumba por una sobredosis que convierte tu vida en miseria. Los alucinógenos es una treta que te lleva a las entrañas de la posfelicidad. Te desparrama y esparce sin autocontrol.

El sentir de la dominicanidad se manifiesta en cada güira y tambora que resuena en la enramada; en esas manos que ponen a ondear la bandera tricolor con sentido de pertenencia; en cada corazón que late con pulsaciones de soberanía; en cada gesto de gratitud por nuestros héroes. Que viva la República Dominicana.

Cada hebra de tu cabello denota rayos de multiformes colores, que, al ondear con la brisa suave de la mañana, pintan con trazos perfectos el horizonte de mis sentimientos. En cada una de ellas, se refleja el esplendor de las estrellas, los suspiros del viento y el hechizo de luna.

Calor abrazador que humedece de música sudorosa los huesos en el esqueleto de tu ser. Calor que inunda de versos los poros del alma. Calor que, bajo el sol ardiente, llena el aire de la arena del Sahara de tus suspiros. Calor que enerva y pone a chorrear hasta el espíritu.


Despierto escuchando una hermosa canción coral de pajaritos alegres que celebran la vida! Un rayo de sol con diversos colores musicales entra por la ventana de mi corazón! Sorprendo los muebles del hogar que cobrando vida, bailan un melodioso merengue de felicidad! El perro y el gato de la casa sin importar barreras, entran a la fiesta, se dan un abrazo y se sientan en la mesa a tomar juntos una taza de café con fuerte aroma de bendición! Mis hijos con cada expresiones y ruidos de amor celebran con refrescos de gratitud y de júbilo! Es que hoy se celebra!! Celebran el Océano Atlántico, el Mar Caribe, el lago Enriquillo, El pico Duarte, el Himalaya, Los Andes, la Selva Amazónica, el desierto de Sahara con sus oasis, Las Pirámides de Egipto; es decir todo el universo está de fiesta, por ser el cumpleaños de mi madre (Mi Heroina) CEFERINA PERALTA. Mi madre bella, amorosa, radiante y santa, te amo tanto y le pido a Dios que te conceda larga vida con mucha salud! Felicidades 🎉🎉🎉🎉🎉🎂🎂🎂🎂🎂🎂 #AngelGomera 


Feliz cumple mi vieja amada

Hoy 26 de agosto es el día del ser humano más espléndido, único, incomparable y heroico del universo:* *mi madre**. Gracias por darme sin titubeos tu regazo santo lleno de tanto amor, vida y generosidad. Mi vieja amada, eres mi refugio seguro, mi fortaleza, mi razón excelsa para agradecer a Dios tú presencia bendita todos los días de mi existencia. Aquellos que solo conocen tu belleza externa revestida siempre de una sonrisa celestial y de acogida no se imaginan que por dentro posees el alma más hermosa, divina y noble de toda la tierra. Espero en Dios que este cumpleaños te traiga toda la felicidad que te mereces. Que tengas aún más salud, larga vida, alegría y que sigas esparciendo luz de bendiciones en nosotros. ¡Te amo sin medida! Feliz cumpleaños

Los accidentes de tránsito y el impacto en la familia

 Los accidentes de tránsito y el impacto en la familia

 

La República Dominicana sigue encabezando penosamente en el mundo unas de las más altas cifras por muertes en sus vías. Esto obliga a que como sociedad además de no cansarnos de referirnos a este tema, no continuemos a su vez, el sendero errado y escabroso de habituarnos a esta tragedia que trae más allá de los costos sociales, económicos y sanitarios, unas graves secuelas de dolor y sufrimiento en las familias dominicanas.  

El problema de los accidentes de tránsito en nuestro país tiene mucho tiempo sin que hasta la fecha se avizore solución alguna, peor aún se ha venido agravando notoria y progresivamente como una enfermedad catastrófica que arrebata la salud y la paz de la población. Claro, no se puede obviar que ante el carnaval de estos siniestros viales graves la ciudadanía se ha conmocionado, pero eso no pasa de ahí; voces se han levantado después de las ocurrencias dando surgimiento a reacciones para que se tomen acciones, a fin de mejorar dicha situación calamitosa, pero todo se queda en retórica.

Cada cierto tiempo vemos que se publican de manera recurrente las estadísticas, las cuales evidencian un aumento preocupante del volumen de siniestros viales con numerosas vidas humanas trágicamente truncadas, teniendo en especial como víctimas un porcentaje significativo de jóvenes. A tal efecto, se anuncian planes y medidas reactivas de cara al nivel de la convulsión existente por la gravedad del accidente ocurrido, que luego en el paso de los días, se pierden en el horizonte del olvido.

Mientras tanto, cada día un hogar en nuestro país resulta impactado de manera directa o indirecta por esta pandemia. Si bien podemos cuantificar el número de los siniestros viales, de los lesionados, muertes o personas afectadas; resulta incalculable el dolor o el rosario de traumas psicológicos que acompaña este proceso en la mayoría de los casos ya que estaríamos calculando el sufrimiento humano, el sacrificio, el duelo. Estos efectos no sólo suponen una gran carga para la economía y sanidad dominicana, sino para las familias que sufren los estragos de estas secuelas de una manera directa

Asimismo, se lanzan proyectos e iniciativas de políticas muy interesantes y de buenas intenciones, pero languidecen como la espuma en el chocolate, porque se ejecutan solo por operativos de momentos, que pueden impactar en ese instante, sin embargo, se desvanecen con celeridad, sin que se logre el efecto consistente de generar un cambio de mentalidad y cultural hacia el orden, el cumplimiento de la ley y el deber cívico ciudadano en materia vial.

Como paréntesis ante lo expresado, es bueno advertir que las políticas públicas no sólo son documentos elaborados en cuartos fríos, con una relación o inventario de actividades y asignaciones presupuestales, su papel va más allá; en el sentido de que deben constituirse apuestas sociopolíticas efectivas para resolver problemas públicos concretos, necesidades individuales y colectivas que son requeridas por la misma sociedad; en definitiva, tienen que ser la materialización de la acción del Estado.

En ese orden debe materializarse como acción concreta del Estado, a modo de ejemplo: no tolerar más la impunidad contra la inobservancia a las leyes y las normas de tránsito por parte de los conductores y los transeúntes, controlar el consumo de bebidas alcohólicas a los conductores, la eliminación de las licencias de conducir a los reincidentes patológicos, más presencia de agentes en las vías de día y de noche, sensibilizar y concientizar a la ciudadanía a través de una permanente y sólida educación vial.

Asimismo, las distintas infraestructuras para la circulación vial debe ser objeto de continuo mantenimiento; así como también se le debe prestar más atención a aquellos puntos cuya frecuencia de siniestros es alarmante; darle mayor carácter a la aplicación de la revista técnica vehicular; por igual urge más control y regulación al uso de motocicletas, por ser la causa número uno en accidentes de tránsito, entre otras acciones que solo requieren un ejercicio de voluntad para que se ejecuten.

Los accidentes de tránsito y sus consecuencias es una crisis de Estado, que no podemos continuar postergando una respuesta contundente, efectiva e integral. Ser indiferente ante este flagelo es un atentado contra el respeto al valor de la vida. Es tiempo de humanizar las vías en la República Dominicana.

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ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

Sensibilidad social y los accidentes de tránsito

 Sensibilidad social y los accidentes de tránsito

Me correspondió involucrarme a consolar a una persona que recibió la inesperada noticia de la pérdida de unos seres queridos en un accidente de tránsito en su área laboral. Para los que coincidimos en aquel lugar, resultó ser una experiencia de gran impacto emocional y tristeza.

Observar y vivir cómo dicho ambiente se cubrió inmediatamente con llantos de desesperación, luto y dolor creando una parálisis momentánea de las actividades que allí se realizan; cada uno de los allí presentes se acercó a brindar un gesto de solidaridad o una palabra de aliento y fortaleza.

Cada día lamentablemente por desgracia las familias dominicanas pasan y están expuestas a recibir ese tipo de noticias trágicas, especialmente los fines de semana o días festivos, donde se producen en las calles, avenidas y carreteras accidentes con numerosas vidas humanas truncadas o apagadas, y un porcentaje significativo son jóvenes.

A pesar de que nuestro país es el que se encuentra con la mayor tasa de mortalidad causada por lesiones en accidentes de tránsito en el ámbito mundial, siento que nuestra reacción como ciudadanía, no se corresponde con la magnitud del problema social, económico y sanitario que representan estos siniestros viales. ¡No perdamos por favor, la capacidad de asombro, despertemos ya!

Algunos ni les importa, otros creen que se ha hecho algo para prevenir estos sucesos; pero entiendo que se puede y se debe hacer aún más con esta horrible pandemia que sigue sin cura ni vacuna, pero lastimando muchas vidas. Urge pasar de la teoría a los hechos; es necesario combatir la distracción y la superficialidad con este tema tan prioritario; el cual está socavando el presente y futuro de la nación.

Está comprobado, que siempre hay que ir más allá, penetrar en lo profundo de las cosas, de hecho, este principio es la esencia misma de las ciencias: “en base a métodos, siempre buscar la verdad”. Lo verdadero y real es que debemos trabajar sin pausa en la raíz de este mal, y hacerlo con una actitud no arrogante respecto a la realidad de las cosas.

¿A dónde ha ido a parar la sensibilidad social con respecto al problema del tránsito? ¿Seguiremos pasando por alto frente al cuerpo sin vida o mutilado de otro ser humano producido por un siniestro vial? ¿Continuaremos jugando a la indiferencia y a las medias tintas? ¿Cuándo empezaremos a darle realmente la cara a este lastre?

No es aconsejable seguir viviendo esta pandemia del tránsito dominicano como en una película ficción, con la tendencia a ver estos eventos siniestros viales como ajenos a nuestra realidad cuando la verdad es que somos parte de estos. Debe preocuparnos que la continua exposición de esta violencia vial nos lleve a la normalización cuando no lo son y que continuemos perdiendo el valor social de la sensibilidad humana.

Por lo tanto, se requiere humanizar las carreteras, calles y avenidas, con una agresiva promoción y enseñanza de la educación vial en los distintos ámbitos, socialización y centros educativos, más la aplicación de un régimen de consecuencias firme ante las infracciones de tránsito, que busque aplicar la ley para hacer justicia.

¡Es tiempo de defender la vida en el camino o en lo vial! Recurro a esta frase de Martin Luther King, el cual plantea que: ¨Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto¨.

 

ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com

Un pacto por la dignidad

 Un pacto por la dignidad humana

El Estado dominicano garantiza el reconocimiento de la dignidad humana de acuerdo con lo que consagra el artículo 38 de la Constitución, el cual dispone que el Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. Plantea, además que la dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos.

Es entendible que este texto constitucional reconoce como valor supremo la dignidad de la persona; pero a la vez nos interpela e invita como ciudadanía a que ese derecho fundamental se lleve de la teoría a la práctica; que se sitúe realmente en el centro del compromiso por el bien común, es decir que constituya el fundamento último de toda acción humanizadora; dado el hecho de que nos enfrentamos como sociedad a una amplia gama de situaciones que desafían el valor innato de cada individuo.

No hace falta ir muy lejos de nuestra realidad para ver personas sufrir por vivir situaciones poco dignas e inhumanas. Observar cómo el drama de la pobreza y la desigualdad social continúa siendo uno de los fenómenos que más contribuye a negar la dignidad de tantas vidas. Percibir tristemente que en nuestras calles viven muchos seres humanos cubiertos por la indigencia y la indiferencia.

Lamentablemente no hay que llegar muy lejos para advertir como crece las adicciones a las drogas convirtiendo a muchos en seres zombies, y que sorprendentemente en vez de intensificar la aplicación efectiva de políticas de prevención y atención con respecto a ese flagelo, se ejercen acciones cada vez más opacas y débiles. Además, ver como se normaliza pasmosamente la cultura de la violencia; como el tráfico de armas, drogas y la trata de personas adquiere hoy dimensiones funestas.

Tampoco podemos obviar el lado sombrío del progreso tecnológico, en el cual mentes aviesas están generando un ambiente digital oscuro de explotación, exclusión, mensajes falsos y denigrantes, la difusión de la pornografía, calumnias, ciberacoso y una dependencia espantosa a la soledad y de progresiva pérdida de contacto con la realidad, aspecto este, que dificulta el desarrollo de auténticas relaciones interpersonales.

Así mismo, no debemos remontarnos más allá, para apreciar como intereses egoístas y corruptos promueven una visión reduccionista de la persona conduciéndonos a una degradación social. Se olvidan estos que sus actitudes egocéntricas, su dignidad se pierde al cometer actos indignos por viles y crueles. Igualmente, como la inexistencia de recursos económicos combinada con enfermedades sin el debido acceso a servicios sanitarios está propiciando que una parte de la población la esté pasando muy mal.

De igual manera, no hay que cruzar grandes distancias, para considerar como avanza peligrosamente la cultura del descarte en la sociedad de hoy, la cual se está tragando a la persona por el solo hecho de envejecer; la mirada que quiere primar sobre el anciano es considerarlo como una carga molesta y que por su sola condición se intenta devaluar la dignidad que entraña.

Visto todo lo anterior, se hace elemental comprender desde la planicie de la conciencia, que la falta de respeto a la dignidad humana como base fundamental, de un Estado Social y Democrático de Derecho, es generadora de gravosas situaciones de deshumanas y de grandes grietas, sociales, culturales y económicas; que podrían tener respuestas convincentes si asumimos que ¨el reconocimiento constitucional de la dignidad del ser humano equivale al acatamiento de su derecho a tener derechos y poder garantizarlo sin retórica ninguna¨.

Firmemos juntos un pacto - compromiso que coadyuve a la realización concreta y efectiva de la dignidad humana. Que como Estado no sólo fijemos atención en protegerla, sino también en garantizar las condiciones necesarias para que florezca la promoción integral de la persona humana; y así dar auténtica cabida a la edificación de un mundo más equitativo, más justo, más pacífico, más compasivo y saludable.

 

ANGEL GOMERA

Abogado

Santo Domingo de Guzmán

angelgomera@gmail.com


miércoles, 5 de junio de 2024

Llegó el Día del Medio Ambiente

 Llegó el Día del Medio Ambiente

El ¨Día Mundial del Medio Ambiente¨ es una iniciativa cargada de buenas intenciones; en donde las naciones del mundo vienen celebrando cada año, los días 5 de junio desde el año 1974 esta esperanzadora jornada de sensibilización global, con el objetivo de crear conciencia a la población mundial, dada la incidencia antropológica que tiene la centralidad del ser humano en la creación, para que se descontinue con la mala práctica y mentalidad del desprecio, la destrucción y la condena con que se ha venido tratando como si fuera un adversario peligroso nuestro medio ambiente y recursos naturales.

Como salida a revertir la problemática planteada anteriormente, la Encíclica Laudato Si ¨propone para el cuidado del ambiente, fomentar una ecología integral que busque reubicar a los seres humanos en la casa común y que le conduzca a mitigar los problemas ambientales de acuerdo como se vaya interiorizando los valores en los seres humanos, buscando sin medias tintas defender y proteger el medio ambiente, en base a la práctica de condiciones ecológicas que constituyan un pedestal idóneo para establecer una nueva relación persona – naturaleza¨.

Es que la crisis ecológica no está separada de la crisis social. Por lo tanto, la crisis social hace parte de una crisis moral, así mismo la crisis ecológica pone en juego la dignidad y la pobreza. En palabras del Papa Francisco ¨No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza¨.

Por ende, el cuidado del medio ambiente entraña la responsabilidad moral y el compromiso ciudadano de asegurar el bien común y la justicia entre las generaciones, ya que los recursos naturales con los que contamos hoy en día deben pasar a los que nos sucederán en el porvenir.

Por consiguiente, promover una sana ecología debe ser un canto global que se mantenga pegado siempre en las plataformas sociales de todos los corazones que laten bajo el influjo de la dignidad humana; y que sobretodo este colocado en la lista top como número uno en la conciencia planetaria, los 365 días del año.

Llegó este día y vuelve a interpelarnos, para que el proteger, conservar, defender el medio ambiente sea un recordar firme, progresivo y no una simple quimera, que se haga eco positivo en el comportamiento de la humanidad.

Empecemos pues, la defensa del medio ambiente poniendo frenos al avance de la sociedad del caos y las guerras en el mundo, y agigantar los pasos hacia la paz, la diplomacia pacífica y la cooperación. Demasiadas armas nucleares hay en los países, las cuales son máquinas del juicio final de la humanidad. Si la destrucción forma parte del desarrollo, perdimos el rumbo de lo racional.

Es que, si no lo cuidamos ahora, sería faltarle el respeto a la vida; si no custodiamos adecuadamente el medio ambiente, las lágrimas de nuestros ojos se extinguirán por la sequía, es decir el llanto no sería llanto; las sonrisas de nuestros labios se marchitarán por la escasez de agua; los pulmones anhelarán un suspiro de aire puro ante tanta contaminación atmosférica; los oídos explotarán por los ruidos ensordecedores que reinan más allá de los decibeles del respeto, el buen vivir y la convivencia armoniosa.

Si no actuamos ahora, soñaremos encontrar la esperanza, pero no aparecerá de color verde. Idealizáremos peinar con la mirada aquella cabellera verde que lucían las lomas y montañas, pero que lamentablemente por la radiación de la ambición y la ignorancia están calvas, agrietadas y áridas. Por eso este día anima a sembrar árboles, preservando lo que tenemos; porque reforestar y deforestar a la vez no se asimila como resultado efectivo, esto es caer penosamente en un círculo vicioso o más bien en una hipocresía ecológica.

Entender que el árbol llora en la actualidad su desdichada suerte. Quiere darnos sombra y agua, pero, se está ignorando su buena intención con talas, cortes e incendios indiscriminados por doquier. El árbol se alegra cuando escucha discursos de reforestación, pero se desilusiona rápidamente, al observar que solo fueron suspiros que provenían de retóricas huecas y diluidas.

Asimismo, anhelan con vehemencia los ríos de nuestra amada Quisqueya, ser escoltados en todos sus flancos y a lo largo de sus vitales recorridos, por bosques de galerías y manteniendo sus arenas juguetonas y purificadoras; más no por plásticos y desechos bacterianos que les disipa todo aliento de vida y de dar vida. Tampoco quieren los ríos que máquinas vampiras en su lecho les extraigan o succionen ilegal y trágicamente las arenas de su cauce vital.

En ese orden podemos observar el río Isabela, cuyo recorrido es una amalgama de tristeza y contaminación que cada día se profundiza desde el descuido y la ignorancia. Le acompaña con igual magnitud en dicho trance, el río Ozama, el cual desde su lecho brota lágrimas de desperdicios pestilentes y estertores húmedos.

En estos momentos lluvias de misericordia caen en zonas de nuestra geografía nacional, se alegran a lo mejor los ríos, tal vez los bosques; pero, esto no implica que tiremos al olvido el gran compromiso nacional de reforestar las lomas peladas, salvar nuestros ríos y no seguir permitiendo que devasten e invadan las áreas protegidas. Creemos que un poquito de amor y cuidado por nuestra casa común, vale la pena. Ser indiferentes no es opción. Seguir deteriorando el medio ambiente es una guagua en reversa o jugar a la ruleta rusa.

Finalmente, exclamamos estas frases envueltas en versos y en esperanza, como un sueño perpetuo de continuar transitando con optimismo por los caminos verdes y paradisíacos de nuestra amada República Dominicana; que nos perdamos entre sus valles relucientes, custodiados por cordilleras exuberantes. Que nos colguemos en un rayo de sol, mientras disfrutamos sus atrayentes playas sin sargazos y de sus ríos con caudales vigorosos y cristalinos. Mecernos como dominicanos en la romántica media luna de sus encantos bajo la vigilancia de un bosque frondoso y lleno de oxígeno.

 

ANGEL GOMERA