lunes, 16 de diciembre de 2019

Llantos de las calles

Llantos de las calles

En medio del movimiento constante de vehículos y peatones que observamos día a día en las calles y avenidas de nuestra ciudad; más allá de ese dinamismo comercial y el quehacer cotidiano, surgen preocupaciones  reales de la ciudadanía y entidades, por la manera en que nos estamos conduciendo en el tránsito con soberana imprudencia y violencia, traspasando la frontera de lo legal y lo cortés,  trayendo como consecuencias  las ocurrencias de siniestros y conflictos viales que impactan alarmante y negativamente en materia de salud, pérdidas humanas y económicas.
Es que ¨se hace tan normal¨ ver como alegre y ¨habilidosamente´ para algunos, el provocar un tapón por violentar el debido orden de mantenerse en su carril no le conmueve en lo absoluto; cruzarse con el semáforo rojo no le causa el mínimo remordimiento, parquearse en zonas indebidas o en ambos lados de la calle no importa; andar en vía contraria para ganar tiempo a su prisa es una acción inteligente que hay que aplaudir; transitar sin las debidas documentaciones y hasta en ocasiones sin placa es un recreo; conjugar el alcohol con el volante es una rutina; el exceso de velocidad y hasta realizar competencias es vivir la vida loca; Chatear con el celular es estar en la moda; tocar bocinas sin necesidad es el pan nuestro de cada día; y ante cualquier percance de tránsito por insignificante que sea, se agrede verbal y físicamente.
Dentro de ese conglomerado de realidades crudas y penosas descritas anteriormente, debemos hablar primero en especial, de los motoristas, claro no de todos, sino mas bien de aquellos temerarios que no se detienen ante las normas establecidas y la autoridad; andan sin el debido reparo al valor de la vida, con la fuerza de una adrenalina que ahoga la razón y el amor propio.
En segundo lugar, de los chóferes de guaguas de transporte público y también privada, los cuales hay algunos, que salen de sus hogares para buscar el pan de cada día como buenos padres de familias, pero desde que toman el volante, sufren una metamorfosis convirtiéndose en generadores de caos, pierden el sentido humano por una desesperación metálica sin buena fe, que dista mucho del real servicio que deben prestar y de las vidas que han de cuidar con su proceder.
Y, en tercer lugar, de un sinnúmero de peatones o mejor dicho de ciudadanos que ante la ocurrencia de un accidente se ponen a grabar antes que brindar auxilio, expresión esta, de desprecio a la humanidad, o peor se convierten en rapiñas saqueando las pertenencias de las victimas de los accidentes. Estas actitudes ponen a llorar con lágrimas negras el alma de las piedras.
Mas allá de ser este articulo un muro de lamentaciones, o de ser un enunciado más de tantos; nuestra intención es procurar la sensibilización, compromiso y movilización de toda la ciudadanía, es decir los actores políticos, sociales, eclesiales y económicos, a fin de procurar los esfuerzos y transformaciones necesarias en la dimensión en que amerita esta realidad nacional, que según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), La República Dominicana ocupa el segundo lugar de los 182 países pertenecientes a las Naciones Unidas con más muertes por accidentes de tránsito en relación a su población.
Para tales fines proponemos en primer orden la realización urgente de una cumbre, dialogo o pacto político que involucre a toda la nación, a fin de discutir, analizar y arribar a la búsqueda de soluciones en cuanto a la problemática del transporte y la seguridad vial.
En segundo orden, desarrollar una alianza estratégica Estado – escuela – familia, con el objetivo de promover y fortalecer una educación vial integral que coadyuve a elevar la conciencia social y cultural de la ciudadanía. Es que, para lograr la obtención de dicha propuesta, es necesario desaprender comportamientos para aprender a ser respetuosos de la ley e individuos constructores del cambio partiendo del ejemplo cívico.
En tercer orden, debe ser una aspiración de todas las alcaldías, el que la seguridad vial forme parte de la idiosincrasia local. Para tales fines, se requiere emprender un conjunto de acciones o medidas que hagan de la prevención y seguridad vial un eje prioritario en las políticas de la gestión municipal. De ahí es que planteamos que el mismo sea tomado como uno de los indicadores básicos a medir dentro de los parámetros del Sistema de monitoreo y medición de la gestión pública (SISMAP).
Y en cuarto orden, para que se establezca un estado social y democrático de derecho, es fundamental la existencia de un régimen de consecuencias en contra los infractores a la ley. El ejercicio de la autoridad debe ejercerse con responsabilidad, firmeza y justicia, sin incurrir en abusos de poder que contrasten con la Constitución de la República.
Para finalizar esta reflexión, quiero evocar unas frases célebres del historiador, pensador y ensayista inglés Thomas Carlyle, quién nos señala que: ¨De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos¨. Y dijo además que: ¨Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate¨.


Ángel Gomera 

jueves, 12 de diciembre de 2019

Esperando tu venida

Esperando tu venida



Tocan las campanas de la catedral del corazón, anunciando la venida del verbo que trae consigo la paz que sobreabunda en medio de cualquier tormenta.
Sopla un viento cálido de esperanza en las praderas de aquella alma agitada, que camina a tientas en la neblina del miedo y la inseguridad.
Fluye risueña las aguas cristalinas del manantial celestial que calma la sed de justicia en aquellos olvidados, fruto de una aviesa y abismal desigualdad.
Se escuchan las aves cantar el himno de la alegría en las ventanas de esos hogares cubiertos por el manto de la tristeza y la soledad.
Llueve a cántaros gotas gruesas del bien, dando vida nueva en aquellas zonas desérticas de la conciencia invadida por el caos, lo escandaloso e inhumano.
Bailan las olas del mar con movimientos inusuales salpicando de bienaventuranzas aquellos pobres de espíritu que esperan por el toque de ese amor que le abra la puerta al paraíso celestial. 
Declama una poesía coral la luna y las estrellas, en donde cada verso luminoso enciende en la humanidad la llama de la verdadera felicidad eterna.
Rayos de sol entran por las rendijas de los sentimientos oscuros, transfigurando con reluciente pureza el hábitat de la casa interior.
Suena la trompeta, la güira y la tambora de los ángeles moviendo los dinteles del universo, anunciando el nacimiento del alfa y omega de la creación; de la Segunda Persona del misterio de la Trinidad, que se identifica plenamente con nuestra humanidad necesitada; del que representa el camino que nos lleva al Belén de la verdad; del único que trae el cáliz de la bebida de salvación; de ese alguien que pone a brillar la antorcha de la libertad; del portador de la sonrisa divina que se hace eco en cada detalles de hermandad; del aquel que viene con la llave celeste para abrirnos de par en par el gran portal de la misericordia providencial; de ese admirable y maravilloso ser que le da el verdadero sentido a la navidad de manera humilde, sencilla, alegre, con paz, unidad y amor;  y de quien esperamos su dulce venida: Jesús.  

Ángel Gomera 

martes, 10 de diciembre de 2019

Retos para la vida


Retos para la vida



Lánzate a agarrar el futuro con valentía y gallardía con las manos fuertes de la esperanza, sin aferrarte a ese pasado negro y amargo que con tan solo mirar hacia atrás te conviertes en estatua de sal.

Desamárrate y rompe con esa inercia que te impide encontrar el camino de la felicidad. Recuerda que no estás solo, que alguien te espera con los brazos abiertos para cobijarte con el calor de un amor verdadero que rompe todo aislamiento.

No te dejes abrumar por los fantasmas del odio y el resentimiento que te persiguen en cada instante, más bien enfréntalo y caza esos fantasmas con las armas poderosas del perdón y la reconciliación.  

Dale la oportunidad al diálogo sobre la violencia y la razón sobre los rencores, siempre será un abordaje inteligente para los conflictos. Es mejor edificar que destruir.

Basta de seguir acumulando pretextos en la vida que solo te convencen a ti, pero que en nada te ayudan a salir de ese fango cenagoso de la mediocridad.

Pon a volar tus sueños con las alas imbatibles del no rendirse; y conquista con esfuerzo y dedicación ese éxito que satisface con sobrada plenitud el alma.

No choque más tu cabeza con el muro de las lamentaciones y las quejas; záfate de ese pesimismo y activa en tu mente el interruptor del optimismo, el cual encenderá el bombillo de las soluciones.
Concéntrate en observar y disfrutar las cosas positivas que tienen los demás, mas no te detengas solo en mirar sombras y defectos, porque entonces te extraviarás del camino de la tolerancia y la armonía.

Evita ser el portador del desaliento y la frustración, más bien conviértete en ese líder que anima, inspira y potencializa las cualidades de aquel que solo espera que le muestren el camino.

Reacciona ante la desigualdad y las actitudes injustas, ya que la indiferencia es señal de complicidad y esto provoca escasez de humanidad.

Construye con tu ejemplo el trayecto por el que se encamina el tren de la integridad y la honestidad. Mas no te detengas en la parada de lo más fácil, ni mucho menos te dejes influenciar o reclutar ante una corriente peligrosa que promueve el estilo de lo mal habido como filosofía de vida. Nuestra misión ha de ser siempre abolir el mal, no justificarlo ni acompañarlo.

No permitas que los miedos tiñen de nubarrones sombríos, paralizantes y escalofriantes tus pensamientos, porque vivirás en un constante estado de paranoia y espejismo; más bien enfréntate a ellos con la espada de la fe rompiendo con firmeza esas ataduras que te esclavizan e impiden ser el vencedor que eres.

Finalmente procura contagiar con una sonrisa de solidaridad, caridad y paz a quienes te rodean. Es que mientras haya seres humanos sin esperanzas, enfermos abandonados, ancianos muriendo en el frío de la soledad, jóvenes a expensas de los males sociales, vecinos sin armonía, familias en pedazos, corazones con vacíos, ojos marchitados por la tristeza, personas en depresión, entre otras realidades; tendremos motivos suficientes para darle vida a nuestras vidas.  

Ser esa gota de agua que marca la diferencia en el gran océano de la sociedad, es el gran compromiso. ¡Asumamos juntos el reto! 

 Ángel Gomera